
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha comunicado a los líderes de los 27 que el acuerdo con Mercosur no se ratificará este viernes como estaba inicialmente previsto y no se firmará en Brasil el sábado, algo que también parecía cerrado. Y el sí de la UE se pospone por el veto de Francia y de Italia, que piden más tiempo para analizar el texto y también para aplacar las importantes protestas del sector primario, que se ha manifestado este jueves también en la capital comunitaria para expresar su rechazo a un pacto que lleva negociándose 25 años. La idea es que el paso se pueda dar en enero.

Fuentes comunitarias han explicado en el marco de la cumbre del Consejo Europeo en Bruselas que de momento el objetivo es que la ratificación pueda, entonces sí, dar resultado a principios del mes que viene -es decir, ya en 2026-, después de que Emmanuel Macron asegurase que no hay prisa “ni existe un cheque en blanco” y Giorgia Meloni pidiera tiempo para revisar los textos legales, al tiempo que el sector del campo se rebela contra el pacto.
Mientras, el presidente de Brasil (que tiene ahora en sus manos la presidenta rotatoria del Mercosur), Luis Inacio Lula da Silva, ha ido cambiando su tono: ha pasado de un “ahora o nunca” a asumir que la UE no iba a cumplir con la idea de refrendar el acuerdo antes de final de año. “Si no es posible ahora porque no está listo, tampoco puedo hacer nada”, ha dicho este mismo jueves desde el Palacio del Planalto. Hace, de hecho, justo un año que se firmó el pacto político… y solo faltaba el sí de los 27. Al mismo tiempo, también esta semana el Parlamento Europeo aprobó las salvaguardias que reclamaba el sector agrícola.
El giro, que no es inesperado, coincide con una jornada de marchas en Bruselas de casi 10.000 agricultores de toda la UE. El mensaje ha sido claro: están en contra de lo que se plantea desde Bruselas. “Son reformas y políticas suicidas”, explican a 20minutos a pie de tractor Jean y Thierry, dos agricultores belgas que no superan los 30 años y que insisten en que la clase política no atiende sus demandas: “La realidad es que no nos escuchan”, repiten; ya estuvieron en la gran marcha de 2024 y aseguran que la situación “no ha cambiado” y que incluso en algunos elementos “ha ido a peor”.
“Sin reciprocidad, sin salvaguardias efectivas, no hay acuerdo”, recalcan los afectados, y ponen el foco más allá. Piden al mismo tiempo “importaciones equilibradas desde Ucrania para no desestabilizar a los productores de la UE” y también “revisar los acuerdos comerciales como el UE-EEUU o el UE-Marruecos para incluir salvaguardias efectivas y reciprocidad”. En este sentido, las salvaguardias que ya tienen el visto bueno del Parlamento Europeo y del Consejo en lo que tiene que ver con Mercosur no son suficientes para los agricultores.
España se ha convertido en uno de los grandes defensores del acuerdo. “Este ha de ser el primer acuerdo de muchos”, sostuvo Pedro Sánchez a su llegada al Consejo Europeo. “España muy a favor del acuerdo; sería muy frustrante no lograr el pacto“, repitió y defendió esta vía precisamente por ser de ‘hermanamiento’ con una zona “que comparte muchos lazos con nuestro país”, terminó el jefe del Ejecutivo.
Todo esto se da pese al acuerdo en la UE para las salvaguardias con Mercosur. La negociación ajustó el margen de incremento de importaciones o de caída de precios de una serie de productos sensibles importados desde el Mercosur que darían lugar a una investigación y posibles medidas por parte de la Comisión Europea: Bruselas y los gobiernos querían que fuera un 10% y la Eurocámara apostaba inicialmente por un margen más estricto, del 5%.
Finalmente será del 8%, lo cual implica que el Ejecutivo comunitario tendría que investigar cuando se produzca un aumento en las importaciones de estos productos del 8% en comparación con la media de los tres años anteriores o si, por otro lado, el precio de dichas importaciones es al menos un 8% inferior al del producto europeo comparable.
En los productos sensibles de la lista figuran alimentos como el pollo, la ternera, los huevos, los cítricos y el azúcar. La duración de las investigaciones del Ejecutivo comunitario vuelven también a los plazos originalmente previstos por Bruselas (seis meses en general y cuatro para los más sensibles).
Una historia eterna para la UE y el comercio
Lo cierto es que el texto del acuerdo político lleva 365 días cerrado después de 25 años y de ‘perderse’ una oportunidad en 2019. La UE estima que el pacto UE-Mercosur permitirá el ahorro de unos 4.000 millones de euros en aranceles al año. Esa ausencia de tasas, además de un aumento de las inversiones, intercambio de información y homologación de las condiciones son algunos de los puntos.
Pero la realidad es que el acuerdo, para la UE, no es solo un papel; no se trata solo del comercio. Por lo pronto, se eliminan aranceles sobre el 91% de las exportaciones de la UE al Mercosur y sobre el 92% de las exportaciones del Mercosur al bloque comunitario, por lo que no solo los intercambios se facilitarán, sino que -si acaba aprobado- el acuerdo también permitirá una relación más fluida entre las dos partes. “Es una cuestión también de confianza estratégica”, explicaron en su momento las fuentes consultadas por 20minutos. Y es que, más allá de los bienes, también se habla de servicios: se abren sectores como telecomunicaciones, transporte y servicios financieros a empresas europeas.
Todo esto incluye vínculos a nivel energético o en lo que se refiere a las materias raras, un sector clave para el desarrollo de la UE como ‘competidor’ tanto de China como de Estados Unidos. Y es que Pekín ha incrementado significativamente su influencia en América Latina, principalmente a través de inversiones en infraestructura y comercio (como la soja y minerales). Este acuerdo permite a la UE contrarrestar esta influencia, consolidándose como un socio económico estratégico para el Mercosur. Al mismo tiempo, el pacto sitúa a la Unión frente a Washington, que históricamente ha considerado América Latina como su “patio trasero”. Eso sí, Europa no puede utilizar el mismo lenguaje. De momento habrá que esperar unas semanas más para que el círculo se cierre del todo.


