Después de 737 días de cautiverio, Hamás ha liberado este lunes a los 20 últimos rehenes que mantenía con vida desde la masacre del 7 de octubre, cumpliendo así con su parte del acuerdo de paz alcanzado la semana pasada con Israel. De este modo, la milicia islamista ya no tiene en su poder a ningún rehén vivo, aunque todavía debe devolver los cadáveres de 28 rehenes que han fallecido durante su cautiverio.
La liberación de los rehenes comenzó a primera hora de la mañana, cuando milicianos de Hamás entregaron a un convoy de la Cruz Roja a los siete primeros secuestrados. La entrega tuvo lugar al norte de la Franja de Gaza y se realizó de forma discreta, lejos de las ceremonias propagandísticas que organizó Hamás en el pasado, ya que así lo estipulaba el acuerdo de paz.
Posteriormente, Cruz Roja trasladó a los siete rehenes hasta posiciones del ejército israelí, que se encargó de evacuarlos de la Franja de Gaza y llevarlos hasta la base militar de Re’im, en territorio israelí, donde por fin se reencontraron con sus familiares. En esa instalación militar se vivieron escenas muy emotivas, igual que en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, donde miles de ciudadanos se congregaron para seguir en directo el proceso de liberación.
“Han vuelto a las vidas que les arrebataron aquel maldito sábado. Después de dos años, volvemos a respirar aire fresco. Es una felicidad que no sabíamos que era posible sentir”, declaró la familia de Gali y Ziv Berman, dos hermanos que fueron liberados en ese primer grupo.
Los 13 rehenes restantes fueron devueltos dos horas más tarde en el área de Khan Younis, también con la mediación de Cruz Roja y siguiendo el mismo protocolo. Este segundo grupo de liberados fue trasladado hasta la misma base militar de Re’im, donde les esperaban sus familiares. Aunque visiblemente delgados, los 20 rehenes liberados este lunes se encuentran en buen estado de salud y ninguno tuvo que ser evacuado de urgencia a los hospitales que había preparado el gobierno israelí para atenderlos. No obstante, sí fueron traslados en helicóptero hasta esos centros sanitarios para someterse a exhaustivos exámenes médicos como medida de precaución.
Paralelamente a la liberación de los rehenes, Israel comenzó este lunes a excarcelar a los 1.968 prisioneros palestinos que debe poner en libertad a cambio de los rehenes como parte del acuerdo de paz. Un primer contingente de presos fue entregado a las autoridades palestinas de Cisjordania, en Ramalla, donde les esperaban decenas de familiares y amigos. Los liberados, aclamados por una multitud, portaban pañuelos palestinos y algunos aparecieron haciendo el signo de la victoria con las manos, antes de abrazar a sus seres queridos. Miembros de la Media Luna Roja les asistieron a su salida de los vehículos.
Trump aterriza en Israel
El canje de rehenes por presos palestinos coincidió con la llegada de Donald Trump a Israel. El Air Force One presidencial aterrizó en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv pasadas las 9 de la mañana (10.00 h en España) y el mandatario norteamericano fue recibido a pie de pista por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Tras ese recibimiento, Trump se dirigió a Jerusalén para participar en una sesión del Parlamento de Israel (Knesset), que le brindó una ovación de más de dos minutos. “Después de dos años angustiosos, de oscuridad y cautiverio, 20 valientes rehenes han regresado al glorioso abrazo de sus familias. Es el amanecer histórico de un nuevo Oriente Medio. Pronto será una región maravillosa porque se encamina hacia una época dorada. Todo cambiará para mejor”, proclamó Trump ante la cámara legislativa. Su discurso fue brevemente interrumpido por dos diputados, que reclamaron el reconocimiento del estado palestino antes de ser expulsados.
El máximo responsable de la Casa Blanca viajará luego a Egipto para participar en la cumbre de paz de Sharm El Sheikh, donde coincidirá en Pedro Sánchez. Netanyahu, que había sido invitado por el presidente egopcio, Abdel Fatah Al Sisi, ha declinado finalmente asistir.