
España está a favor de que se usen los activos rusos congelados para ayudar a Ucrania, en el gran tema de la semana en Bruselas y que se podría desatascar, pese a la oposición sobre todo de Bélgica, pero también de Italia o Eslovaquia, en la cumbre del Consejo Europeo de este jueves y viernes en Bruselas. “Nos felicitamos de esa congelación definitiva de los activos rusos y de que se esté avanzando en el uso de esos activos rusos congelados ya, por fin, definitivamente, porque el uso de los activos rusos congelados nos permitirá tener una financiación urgente, sostenible en el tiempo y predecible para el Gobierno ucraniano”, sostuvo al respecto el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, en el marco de una reunión de ministros del ramo este lunes.

Esas palabras llegan después de que los 27 acordasen mantener congelados los bienes rusos, como paso previo a su uso, si hay mayoría cualificada, en apoyar a Kiev. “Esa financiación es vital para Europa, es vital para nuestra seguridad y es vital para nuestra soberanía encontrar una financiación urgente, sostenible en el tiempo, por lo menos durante dos años, y predecible para Ucrania, que se tiene que enfrentar por un cuarto año a esta agresión rusa y a un nuevo invierno en el cual seguimos viendo una violación flagrante de los más mínimos estándares de humanidad”, añadió Albares.
Eso sí, la UE se enfrenta al veto de Bélgica, que alberga el 62% de esos activos, y también ahora a los recelos de Italia, Eslovaquia, Malta, Bulgaria, República Checa o Hungría. En cambio, la Alta Representante, Kaja Kallas, coincide con Albares en que esos activos son “la mejor opción” para sostener el apoyo a Ucrania en estos momentos. “El préstamo de reparación podemos hacerlo con la mayoría cualificada, se basa en los activos rusos inmovilizados, eso significa que no viene del dinero de nuestros contribuyentes, que también es importante, y también envía una señal clara de que si causas todo este daño a otro país, tienes que pagar por la reparación”, recordó la jefa de la diplomacia europea.
Eso sí, aceptó que la situación con el ‘no’ de algunos países es todavía muy complicada. “La opción más creíble es el préstamo de reparaciones, y es en eso en lo que estamos trabajando. Aún no hemos llegado a ese punto y cada vez es más difícil, pero estamos haciendo el trabajo”, avisó, consciente de que hay otra propuesta, una opción B, sobre la mesa que pasa por la emisión de deuda común, tal como dio de alternativa la Comisión Europea, para cubrir 90.000 millones de ayuda en los próximos dos años.
La dirigente estonia también asumió que hay países de la UE más acostumbrados “a las amenazas” de Putin y eso cambia las percepciones. En ese marco y en el de las negociaciones de paz, Kallas dejó claro que Rusia no va a parar si se hace con el control del Donbás, como se plantea en el plan de Trump. “Si consigue el Donbás, entonces la fortaleza ha caído y avanza para conseguir toda Ucrania. Si Ucrania cae, entonces otras regiones están también en peligro. Sabemos esto por la historia y deberíamos aprender de la historia”, sostuvo, y recordó que para que la paz sea “sostenible” no puede haber, dijo, “ninguna contraprestación” para Rusia.
Albares, por su parte, se refirió al contenido del plan de paz y habló de un posible rechazo de Ucrania a entrar en la OTAN como un elemento de ese acuerdo. “Quién puede ser parte de la OTAN es un debate que compete exclusivamente a la OTAN, a los aliados de la OTAN y a aquellos Estados que deseen solicitarlo o no. Si el presidente Zelenski toma una decisión soberana como presidente legítimamente elegido por parte de Ucrania, yo lo respetaré”, se limitó a decir.


