
Manifestantes propalestinos han abucheado este martes al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuando acudió a cenar al restaurante de mariscos Joe’s y a jugar billar, a pocas cuadras de la Casa Blanca, acompañado de varios de sus funcionarios de confianza como el secretario de Estado, Marco Rubio, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, y el vicepresidente, J.D. Vance.

El episodio ocurrió cuando Trump ingresaba al local y saludaba al personal, momento en que un grupo de mujeres con banderas palestinas lo sorprendió al grito de “¡Palestina libre!”.
Las manifestantes también lo increparon con gritos de “Trump es el Hitler de nuestros días”, mientras lo tenían de frente a la entrada del restaurante. El presidente optó por ignorarlas y continuó su camino hacia el interior del local.
La salida a cenar tuvo como trasfondo la estrategia de Trump para reforzar su discurso sobre la seguridad en Washington D.C., tras asumir el control federal de la capital. La semana pasada algunos periodistas le preguntaron en la Casa Blanca cuándo iría a comer fuera y él respondiera que “era una gran idea”, dentro de su narrativa de que el despliegue de la Guardia Nacional ha disminuido el crimen.
Trump tomó el control del Departamento Metropolitano de Policía de la capital el pasado 11 de agosto y, de acuerdo con la Casa Blanca, se han registrado casi 2.200 arrestos, la mayoría por delitos menores como posesión de armas ilegales o infracciones de tránsito.
Además de Washington, Trump desplegó la Guardia Nacional en Los Ángeles en junio y ha amenazado con enviar tropas a otras ciudades, en su mayoría gobernadas por demócratas, incluidas Baltimore, Nueva Orleans y Chicago, donde las autoridades estatales y locales ya se preparan para un aumento drástico de las operaciones de control migratorio.


