
Portugal vivió este jueves su primera huelga general en 12 años. La protesta convocada por los principales sindicatos de Portugal rechaza la reforma laboral propuesta por el Gobierno del primer ministro Luís Montenegro (centroderecha) que, aseguran, recorta derechos.
La jornada de huelga comenzó el jueves por la noche y duró 24 horas. En Portugal, de una población activa de unos 5 millones de personas, alrededor de 1,3 millones ya se encuentran en situación precaria, según los sindicatos.

Ha sido la primera huelga general en Portugal desde los tiempos de la ‘troika’. Según sus convocantes, CGTP (Confederación General de los Trabajadores Portugueses) y UGT (Unión General de Trabajadores), el proyecto de reforma laboral del Ejecutivo de Montenegro facilita el despido, desregula los horarios y afecta a derechos como el permiso de lactancia.
El Ejecutivo presentó en verano su propuesta, denominada “Trabajo XXI”, y en septiembre comenzó las negociaciones con sindicatos y patronal. No ha habido acuerdos, pese a lo cual el Gobierno pretende llevarlo a discusión parlamentaria. El 8 de noviembre, miles de personas se manifestaron en Lisboa contra la reforma laboral.
Cambios en más de un centenar de artículos
El Gobierno asegura que lo que propone es una revisión “profunda” de la legislación laboral. Para ello contempla cambios en más de un centenar de artículos del Código del Trabajo, pero estos son los principales:
Contratos de trabajo
Una de las medidas clave de la reforma es la modificación del régimen de contratos de trabajo de duración determinada. El nuevo techo pasará de dos a tres años, permitiendo una mayor previsibilidad en la gestión de los recursos humanos sin comprometer la seguridad de los trabajadores.
- En España, con las reformas aplicadas por la ministra Yolanda Díaz, se ha pasado de que un 80% de las contrataciones eran por contrato temporal, a que el 66% sean indefinidos.
Banco de horas laborales
Otra propuesta es la creación de un modelo modernizado de banco de horas laborales. Este instrumento será más accesible y con menos burocracia, diseñado para promover la flexibilidad y el bienestar. Las empresas y los trabajadores podrán negociar los ajustes de los horarios de acuerdo con las necesidades operativas y personales, fortaleciendo la conciliación entre el trabajo y la vida.
Según los sindicatos, eso supondría que la jornada laboral podría aumentar hasta dos horas diarias, alcanzando las 50 horas semanales y un máximo de 150 horas al año “de trabajo gratuito para los empresarios”.
- En España, la jornada máxima legal sigue siendo de 40 horas semanales de trabajo efectivo (en la práctica, por la media de los convenios, es de 37,8 horas). La jornada ordinaria no puede superar las 9 horas diarias de trabajo efectivo.
Permisos de maternidad y paternidad
El periodo de lactancia y los permisos para amamantar al bebé se limitarán a dos años. La actual normativa recoge que las madres que amamantan a sus hijos tienen derecho a ser dispensadas en sus trabajos para poder hacerlo durante el tiempo que dure la lactancia. Según los sindicatos es un “ataque” a los derechos de maternidad y paternidad.
Los horarios flexibles para madres y padres con hijos de hasta 12 años con discapacidad o enfermedad crónica pasarán a depender del “ajuste al funcionamiento de la empresa”.
- En España, con los cambios que entran en vigor el 1 de enero, se eleva de 16 a 19 semanas el permiso por nacimiento y cuidado del menor para cada progenitor. Se extiende hasta 32 semanas en el caso de familias monoparentales o monomarentales
Límite a los servicios mínimos por huelga
Entre las medidas propuestas por el Gobierno también está la de aumentar los servicios mínimos que deben garantizarse en caso de huelga. Se introducen salvaguardas en situaciones de huelga para, dice el Ejecutivo, evitar paradas que comprometan los servicios esenciales respetando el derecho constitucional a la huelga.
Además, se limita la acción sindical en los lugares de trabajo donde aún no existe organización. Los sindicatos denuncian que ese cambio puede traer su propio debilitamiento.
Crecimiento económico o derechos laborales
Según la principal confederación sindical, la CGTP, estas disposiciones representan “uno de los mayores ataques al mundo laboral”. Su secretario general, Tiago Oliveira, denunció la voluntad de normalizar la precariedad, desregular los horarios de trabajo y facilitar los despidos.
En cambio, el Gobierno defiende que su proyecto de reforma servirá para “estimular el crecimiento económico para crear más empleo y pagar mejores salarios”, en palabras de Montenegro. El primer ministro asegura que las medidas propuestas aumentarán la flexibilidad del mercado laboral y acusa a la CGTP de no querer un acuerdo.
La oposición en el Parlamento, por su parte, ha atacado duramente el anteproyecto del Gobierno. “Estas propuestas son una ofensa para los jóvenes, una ofensa para las mujeres, una ofensa para las familias y una ofensa para los más vulnerables. Señor primer ministro, lo que está haciendo con esta propuesta es enviar a los jóvenes a la precariedad laboral, a los recibos verdes y a la economía sumergida”, acusó el líder socialista, José Luís Carneiro.


