Una mujer identificada como Mayelin Feliz Feliz expresó su temor por la situación que vive con su expareja, Pedro Narciso Camacho Reyes, quien, según su denuncia, ha desobedecido una orden de alejamiento vigente desde octubre de 2024. El hecho más reciente ocurrió el pasado 21 de junio en la provincia de Pedernales.
De acuerdo con la denunciante, ese día el hombre entró sin autorización a su vivienda y la amenazó con un machete, en presencia del hijo de ambos, un niño de cuatro años. Otros tres menores también estaban presentes en el lugar mientras jugaban, lo que incrementó la preocupación por la exposición de los menores ante la situación.
Tras ese evento, Mayelin Feliz acudió ante las autoridades policiales para solicitar la detención del individuo. Según relató, su expareja fue capturado después de nueve días de búsqueda, y posteriormente remitido a la justicia para su evaluación.
Sin embargo, la mujer expresó su sorpresa al conocer la decisión del tribunal, que impuso una garantía económica de 10,000 pesos, presentación periódica y la ratificación de la orden de alejamiento, a pesar de las amenazas descritas en su denuncia. Consideró que la medida no fue proporcional a la situación vivida.
La denunciante también señaló que Pedro Narciso Camacho Reyes es empleado del Ministerio de Interior y Policía, donde trabaja como chofer con un salario de 25,000 pesos. Esta información fue compartida por ella como parte de su declaración a los medios locales.
Mayelin Feliz afirmó que el historial de su expareja incluye episodios previos de agresión, por lo que solicita una respuesta más firme por parte de las autoridades judiciales y policiales. Según manifestó, teme que su integridad física y la de su hijo estén en riesgo si no se toman acciones más contundentes.
El caso ha despertado inquietud entre quienes conocen la situación, especialmente por la presencia de menores durante el suceso denunciado. Hasta el momento, no se ha emitido una declaración oficial adicional por parte de las instituciones correspondientes sobre los próximos pasos legales.
La mujer insiste en que su caso requiere un tratamiento adecuado y protección real, de modo que se garantice su seguridad personal y la de su entorno familiar en lo adelante.