La situación legal de Sean ‘Diddy’ Combs se sigue complicando. A menos de un mes de que una mujer lo acusó de supuestamente drogarla, violarla y grabarla junto a uno de sus guardaespaldas, otra persona alega que también fue víctima de abuso sexual.
Según reportes de PEOPLE, Ashley Parham asegura que el hecho pasó en marzo de 2018 en un apartamento en Orinda California luego de que ésta hiciera un comentario en el que sugirió que el rapero de 54 años estuvo involucrado en el asesinato del artista urbano Tupac en 1996.
En los documentos legales de la denuncia presentada en el Tribunal de Distrito de California, la demandante sostiene que en febrero de 2018 conoció a un amigo del rapero en un bar y que cuando ambos estaban en una video de llamada de Facebook, ella comentó que no estaba “impresionada” con Combs y éste le advirtió que “iba a pagar” por su comentario relacionado al fallecido rapero.
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Parham afirma que un mes después el hombre la invitó a su casa y que Combs se apareció en el lugar junto a su jefa de personal, Kristina Khorram, un seguridad, su chofer y otras personas. Alega que el rapero le puso un cuchillo en la cara y que la amenazó con que le daría una “sonrisa de Glasgow”, una lesión causada al cortar desde la boca hasta las orejas de la víctima, reportó Forbes.
TMZ informó que la mujer sostiene que Diddy se quitó la ropa, le quitó el cuchillo de la cara y cubrió su cuerpo con una sustancia líquida. Luego, afirma que él y Khorram supuestamente intentaron insertar algo en su vagina al que llamaron ‘DIU’, pero no funcionó y por eso, él tomó el control remoto de un televisor.
La demandante cuenta que Diddy le ofreció dinero para que dijera que todo fue consensuado, pero ella se negó y le expresó que iba a ir a la policía a lo que el cantante reaccionó advirtiéndole que nadie le creería y que dañaría a su familia.
Si bien los representantes del intérprete de éxitos como “I Need a Girl” y “Last Night”, se negaron a comentar sobre esta nueva demanda, en una moción ante un tribunal federal pidieron nombrar a los acusadores y manifestaron que las demandas recientes se han presentado “tras más de una docena” anteriores y que ya varias han sido desacreditadas sólo después de dañar irreparablemente el carácter y la reputación de su cliente.
