El distrito municipal de La Guáyiga, del municipio Pedro Brand, provincia Santo Domingo, está de luto tras la muerte de dos jóvenes que profesaban la fe cristiana, quienes fueron baleados cuandose dirigían a buscar un vehículo para una actividad de la iglesia en el kilómetro 32 de la autopista Duarte.
Javier de Jesús Hernández y José Manuel Gómez, cariñosamente conocido como Joselo, iban a bordo de una motocicleta cuando fueron sorprendidos por los antisociales, que supuestamente los iban a atracar. La tristeza y las lágrimas dominaban el escenario que se vivía en cada una de las residencias de estos jóvenes, quienes vivían en el sector El Brisal de La Guáyiga.
Fueron descritos por sus parientes y allegados como hombres entregados a Dios y llenos de fe, quienes no tenían maldad en sus corazones, por lo que sus muertes han dejado una huella de dolor irreparable entre aquellos que los conocieron.
La madre de Joselo, Germanía Jiménez, manifestó el profundo dolor que le embarga tras la pérdida de su hijo. Para ella, Joselo era un hombre responsable, amable y siempre motivado a superarse día a día.
Se cuestionó por qué los antisociales optaron por quitarles la vida en lugar de llevarse sus pertenencias. Afirmó que los delincuentes no se llevaron nada.
“¿Por qué no se llevaron todo y me lo dejaron vivo? Ay, pero no se llevaron nada, no le quitaron nada”, expresó la mujer entre llantos y exigiendo a las autoridades investigar lo ocurrido. Aseguró que su hijo no tenía enemigos y que siempre estaba sonriendo.
“Ay, mi niño, dejaste a tu madre destrozada”, decía Germanía, quien tiene la pierna izquierda enyesada, mientras explicaba entre llantos que su hijo solía llegar del trabajo para preguntarle cómo estaba y cuidar de ella.
José Manuel se dedicaba a trabajar como camionero en una empresa de cerámicas.
Con pocas palabras, debido al impacto y en medio del dolor, la esposa de Joselo, Carolin Cuevas, gritaba desconsoladamente: “Se me llevaron la vida”. Indicó que nunca había conocido a un hombre tan íntegro y solidario.
La pareja tiene una niña de dos meses, a quien Carolin mostró a través de un video sonriendo junto a su padre.
La madre de Javier lo estaba esperando, pero él nunca llegó
“Me dice mami, mi comida guárdamela, que yo vengo ahora, y todavía lo estoy esperando”, manifestó Feliciana de Jesús mientras recibía condolencias de sus allegados y vecinos.
Feliciana indicó que su hijo era como un “pajarito”, siempre en paz y haciendo acciones de bondad. Relató que se mostraba alegre en cualquier situación que tuviera.
Al igual que José Manuel, Javier trabajaba en una compañía de venta de cerámicas.
- “Yo nunca vi a ese niño bravo, siempre contento, yo le decía algo y lo que él hacía era que se reía”, dijo su madre.
La señora explicó que se enteró del hecho por una llamada de un miembro de la iglesia. Espera que se haga justicia y que las autoridades policiales identifiquen y apresen a los responsables.
Policía Nacional investiga el hecho
El vocero de la Policía Nacional informó este viernes que la institución está investigando el incidente. El coronel Diego Pesqueira señaló que desde el día del hecho acudieron al lugar para realizar el levantamiento correspondiente.
Ayer en la mañana agentes de la Policía Científica continuaron recolectando evidencia en la zona, incluyendo casquillos de balas que fueron trasladados a la unidad de balística para su análisis.
Además de los casquillos, están revisando las cámaras de seguridad de las cercanías como parte de la investigación.
El vocero de la uniformada afirmó que pronto ofrecerán más detalles sobre el caso.