Un ciudadano guatemalteco de 48 años, identificado como Francisco Gaspar-Andrés, murió en un hospital de El Paso, Texas, mientras se encontraba bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), según informó en un comunicado la agencia federal.
El fallecimiento ocurrió a las 5:53 a.m., hora local, del 3 de diciembre de este año, en The Hospitals of Providence East, donde había sido ingresado desde el pasado el 16 de noviembre.
Según ICE, Gaspar-Andrés fue declarado muerto por profesionales médicos, y, aunque se desconoce la causa de la muerte, el personal médico la atribuyó a una insuficiencia hepática y renal natural. Desde el momento en que se les notificó su crisis de salud, el personal médico de ICE se aseguró de que recibiera atención constante y de alta calidad.

Gaspar Andrés declaró a los funcionarios de inmigración que ingresó ilegalmente a Estados Unidos al cruzar a pie la frontera internacional desde México por un lugar no designado como puerto de entrada.
El 1 de septiembre, agentes de la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP), en colaboración con la Oficina de Control y Deportación de Miami (ERO), arrestaron a Gaspar Andrés como parte de una operación de control planificada.
Los agentes de deportación de ERO confirmaron que Gaspar Andrés residía ilegalmente en el país, lo detuvieron y lo procesaron en el Centro de Procesamiento Krome South de Miami.
El 4 de septiembre, ingresó en el Hospital West Kendall de Miami para recibir tratamiento médico debido a la abstinencia de alcohol. Fue dado de alta el 7 de septiembre y regresó al Centro de Procesamiento Krome South.
El 19 de septiembre, ERO Miami lo transfirió a ERO El Paso, y permaneció detenido en el centro de detención Camp East Montana en El Paso a la espera de su proceso de deportación. El personal médico contratado de Camp East Montana atendió a Gaspar Andrés por reflujo ácido y dolores de cabeza el 23 de septiembre.
ERO Miami presentó una moción para cambiar la sede ante la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración el 26 de septiembre para continuar los procedimientos de deportación en El Paso.
Nuevamente, el 27 de septiembre, el 2 de octubre y el 9 de octubre, el personal médico del Campamento East Montana trató a Gaspar-Andrés por reflujo ácido y síntomas de alergia, reflujo ácido y acidez estomacal, e indigestión y acidez estomacal, respectivamente.
EOIR El Paso fijó su audiencia de inmigración para el 14 de octubre, y continuó recibiendo tratamiento médico entre el 3 y el 13 de noviembre por una variedad de dolencias, incluyendo mareos, síntomas parecidos a los de la gripe, sangrado de encías, dolor de garganta y dolores corporales.
El 14 de noviembre, un juez de inmigración ordenó la deportación de Gaspar Andrés a Guatemala. Durante los días siguientes, el personal médico del Campamento East Montana continuó atendiéndolo por fiebre, dolores corporales, tos productiva con flema, ictericia, edema severo en la extremidad inferior izquierda e hipertensión.
El 16 de noviembre, ingresó en los Hospitales de Providence debido a niveles bajos de sodio. Tres días después, el personal médico del hospital le diagnosticó hiponatremia. Días después, Gaspar Andrés se encontraba letárgico y mostró poca mejoría. Recibió antibióticos y líquidos intravenosos.
El 19 de noviembre, una resonancia magnética reveló que Gaspar Andrés tenía pansinusitis. Los profesionales médicos del hospital continuaron el tratamiento e intentaron identificar el origen de la infección, ya que su estado seguía deteriorándose y permanecía séptico. Fue intubado el 21 de noviembre y el 24 de noviembre fue incluido en la lista de espera para trasplante de hígado y recibió diálisis y cuidados paliativos.
El 26 de noviembre, el personal médico del hospital informó que Gaspar-Andrés estaba recibiendo hemodiálisis y recibió la visita de un sacerdote.
Continuó en diálisis hasta el 1 de diciembre, cuando fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos debido a hipotensión durante la diálisis.
Su salud siguió deteriorándose y le diagnosticaron insuficiencia renal y hemorragia interna. El personal médico le administró oxígeno suplementario para su comodidad. Fue declarado muerto el 3 de diciembre.
Centros de detención de inmigración insalubres
Organizaciones como Amnesty International, Human Rights Watch y grupos legales locales llevan años documentando condiciones que describen como crueles, inhumanas y degradantes en centros de detención de inmigración donde estuvo el guatemalteco, incluidos Krome y el mega‑campamento de ICE en Fort Bliss conocido como Camp East Montana.
Los testimonios e informes apuntan a un patrón recurrente: hacinamiento, temperaturas extremas, sanitarios desbordados o sucios, acceso muy limitado a duchas, alimentación deficiente, iluminación constante y uso extendido del aislamiento, junto con demoras graves o negativas en la atención médica y de salud mental, en algunos casos vinculadas a hospitalizaciones evitables y muertes bajo custodia.
Bajo el Gobierno de Donald Trump, múltiples informes de organizaciones de derechos humanos, académicos y medios han denunciado un incremento en el uso amplio de la detención migratoria, incluidas personas sin antecedentes penales graves o sin historial delictivo alguno.
Según datos de ICE, entre 20 y 22 personas han muerto bajo su custodia en 2025, cifra que convierte a este año en uno de los más mortíferos de las últimas dos décadas, solo superado por 2004.
El caso de Gaspar-Andrés refuerza las críticas sobre el tratamiento de migrantes detenidos y plantea cuestionamientos sobre las políticas migratorias y de detención por parte de Estados Unidos.
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