Milly Quezada prefirió la música, su pasión, por encima del periodismo, profesión de la que se graduó en el City College de Nueva York. Este dilema profesional la llevó a conversar con su finado esposo, Rafael Vázquez, con quien decidió dedicarse a la carrera que la ha catapultado al estrellato.
La ‘Reina del Merengue’ recordó que, en su juventud, los integrantes de la orquesta combinaban estudios universitarios con trabajos a tiempo parcial, aprovechando las fiestas que surgían. Todo sucedió de manera simultánea, culminando sus estudios superiores con el objetivo de ser periodista.
Agregó que, de forma coincidente, comenzaron a popularizarse temas como ‘La Guacherna’, ‘Volvió Juanita’ y ‘Tengo’. Su esposo le hizo ver que no podía abarcarlo todo, sugiriéndole que no era posible ser artista, periodista, madre y esposa al mismo tiempo.
Entrevistada por Héctor Herrera Cabral en el programa ‘D´AGENDA’, que se transmite por Telesistema Canal 11 y TV Quisqueya para Estados Unidos, la intérprete de ‘Entre tu cuerpo y el mío’ sostuvo que, además, tenía la responsabilidad del hogar y comprendió que estaba sobrecargada. Indicó que, ante la pregunta de su pareja sobre qué deseaba hacer, su respuesta fue clara: quería cantar.
“Cuando comenzaron a proliferar los night clubs, estábamos jóvenes estudiando en la universidad o trabajando part-time, y cuando había una fiesta, ahí estábamos; todo sucedió de manera concomitante. Luego me gradué del City College porque quería ser periodista, pero en eso llegaron los éxitos de los merengues que grabamos, y surgió el dilema entre ejercer el periodismo o seguir en la música. Me decidí por lo que yo quería, que era cantar”, reiteró la icónica merenguera.
Aseguró que el tiempo le ha dado la razón, con más de 45 años en la industria musical. “Estos cinco Latin Grammy que honran a mi país, los tengo en mi casa con mucho orgullo para la discografía y la gloria de la República Dominicana, cuyo ADN cultural es el merengue”, precisó.
Milly Quezada recalcó que la música es “algo que yo no planifiqué, pero me ha coronado de tanto bien en el sentido emocional y espiritual, lograr representar a mi país, que puedan llamarme en alguna parte del mundo embajadora de la música porque estoy representando nuestra tierra y su ritmo musical”.
“Todo eso ha sido muy bonito, bienvenido, muy orgánico y lo llevo a mucha honra; no me pesa, no me quejo. Sí pienso que mi familia ha pagado una cuota muy alta porque es difícil ser madre de familia y artista, ya que la carrera te drena, te absorbe; mis hijos pagaron una cuota, pero gracias a Dios que tuve una gran madre y otras personas que estuvieron ahí para ellos cuando yo no estaba”, dijo la artista.
**La Orquesta Los Vecinos: un golpe de Estado a la mentalidad machista**
La irrupción de la Orquesta Los Vecinos a mediados de la década de 1970 constituyó un ‘golpe de estado’ a la mentalidad machista que dominaba el merengue en esa época, aseguró Milly Quezada, máxima estrella de esa agrupación musical.
“Formar una agrupación que llegó a llenar un vacío existente en Washington Heights, donde nos criamos, y que la misma comunidad nos dijera que debíamos formalizarla porque lo estábamos haciendo muy bien… con el tiempo fuimos ocupando un lugar que permitió grabar nuestro primer disco titulado ‘Esta es Milly con los Vecinos’, que se convirtió en un golpe de estado a esa mentalidad machista”, reiteró.
Milly reconoció que en esos tiempos destacaban figuras como doña Casandra Damirón, como folklorista, y Elenita Santos con las Salves, pero “realmente, cuando sale esta chamaquita con esta agrupación, sus hermanos detrás y los vecinos reales de Washington Heights tocando y acompañándonos, eso creó un gran impacto en gente como Johnny Ventura y Wilfrido Vargas, que los tomó por sorpresa”.
“En mi caso nací con un talento dado por Dios, yo no aprendí esto en ninguna escuela; para mí cantar fue como respirar. Yo le cantaba y le bailaba a mi papá por cinco centavos, me decían cotorrita porque hablaba mucho, en fin, era muy avispita”, recordó.
Insistió en que desde que tiene uso de razón siempre le ha gustado la música: “Yo amaba la música de todo género, la americana, la bachata; a mí me dieron varias pelas por escaparme de la casa al colmado de la esquina, donde siempre había una vellonera”.
“Además de ese don, como decía Celia Cruz, hay que tener un poco de talento y mucha suerte, estar en el lugar y el momento apropiado, vivir en Nueva York para la época de la Fania; para mis cuatro hermanos todo era música, igual que en el vecindario”, dijo la merenguera sobre el ambiente en que se forjó su carrera.
**Puerto Rico: escenario del 70% de sus presentaciones**
Contrario a lo que se pueda pensar, el 70% de las presentaciones anuales de Milly Quezada y su orquesta se llevan a cabo en Puerto Rico, país donde fue bautizada como ‘La Reina del Merengue’.
“Yo, por ejemplo, trabajo mucho en Puerto Rico, donde hay 120 municipios, y cada uno realiza cinco días de fiestas auspiciadas por los gobiernos locales; quizás realizo entre el 60% y el 70% de mis presentaciones en la Isla del Encanto en esos eventos”, explicó.
Quezada afirmó que acude a dichas fiestas en su condición de dominicana: “Voy como merenguera porque los boricuas son amantes del merengue, pero en esa semana hay todo tipo de música: bomba, plena, danza, y todas las manifestaciones culturales, trabajando por su identidad”.
Destacó la labor del artista urbano Bad Bunny, quien realizó una producción musical resaltando los valores culturales propios de Puerto Rico. “Eso fue una locura, muy beneficioso para la vecina isla”, comentó.
“Hay que buscarle la vuelta a lo que es patrimonio cultural y lo nuestro, para darle difusión y longevidad, y que surjan los grandes relevos del merengue que estamos esperando”, expresó la artista.
Milly exhortó al Ministerio de Cultura a invertir los recursos necesarios para sostener lo que la UNESCO ha declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad: la bachata y el merengue. “Eso es muy importante”, subrayó.
“Tenemos que valorar lo nuestro aquí porque si no lo hacemos, en el exterior no lo van a hacer. Debemos entenderlo y apoyar los talentos nuevos. Fue una tragedia que el reality ‘The Voice’ no tuviera continuidad, porque tenía todas las posibilidades, no solo para el país, sino para los medios, de contar con una plataforma donde se descubrieran nuevos talentos”, concluyó.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**