Florida ha empezado a sufrir este miércoles los efectos del huracán Milton, descrito por los meteorólogos como “el peor de los últimos 100 años” y cuyas consecuencias estiman que sean “catastróficas” y “mortales”. “Es literalmente cuestión de vida o muerte”, ha advertido el presidente de EEUU, Joe Biden, quien ya alertó este martes de que podría ser el “peor” fenómeno de estas características del último siglo. Ante esta situación, más de 30.000 personas han evacuado sus casas y se han resguardado en los 149 refugios habilitados a lo largo del estado.
El huracán ha empezado a sentirse a primera hora de la tarde y, sobre las 17:00 hora local (23:00 hora peninsular), ha perdido intensidad y ha vuelto a bajar de categoría, de 4 a 3, con vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora. En las horas previas ya había descendido del nivel 5 al 4 de camino de la costa oeste de Florida.
Hasta dicha hora, también se han reportado once tornados mientras Florida sufría lluvias torrenciales, según la CNN. Pese a su debilitamiento, el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de EEUU ha indicado que este “extremadamente peligroso y catastrófico” huracán, como lo califica, ha crecido de tamaño y sus vientos con fuerza de tormenta tropical se extienden hasta unos 400 kilómetros desde su centro.
La marejada ciclónica, una de las grandes preocupaciones de los expertos, comenzaba a sentirse durante la tarde en la costa del Golfo de Florida, ya que los vientos de Milton empujan el agua del océano hacia tierra. También preocupa a las autoridades la capacidad de resistencia de las estructuras urbanas que quedaron afectadas por el paso del reciente huracán Helene, que podrían derrumbarse por el azote del huracán.
La Agencia de Gestión de Emergencias de Estados Unidos (FEMA) ha avisado de que el huracán será “catastrófico y mortal”. Ante esta situación, casi 7,3 millones de floridanos que residen en quince condados han recibido órdenes de evacuación obligatoria, pero no todos están en condiciones de evacuar, como es el caso de pacientes de hospitales o presos de algunas cárceles.
Refugios para albergar más de 200.000 personas
Biden ha señalado este miércoles desde la Casa Blanca que en la última semana su equipo “ha hecho todo lo posible” para estar preparados para la llegada de Milton. La situación es tal, que el presidente estadounidense ha hecho un llamamiento a las aerolíneas y compañías de transporte para que se adapten a las evacuaciones y no se sumen a la ola de especulación de los precios, según ha detallado la cadena estadounidense NBC.
Por su parte, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha advertido durante una rueda de prensa de la peligrosidad de Milton: “Hay una gran seguridad en que este huracán va a tener un gran impacto y causará muchísimos daños“. Por ello, han insistido en la importancia de acudir a los refugios abiertos, con una capacidad para albergar a más de 200.000 personas.
El estado de Florida ha habilitado decenas de refugios en escuelas y otras instalaciones protegidas, además de varios “megarefugios”, que pueden asistir a miles de personas cada uno. “No necesitas evacuar cientos de kilómetros, sino decenas de kilómetros para evitar una marejada ciclónica mortal“, ha añadido DeSantis, que también ha aludido a las posibles inundaciones en las zonas más cercanas a la costa. Algunas estimaciones hablan de que el nivel del agua pueda rondar los tres metros en algunas zonas del estado.
Las evacuaciones comenzaron esta semana con las imágenes de miles de vehículos abandonando la zona de Tampa y causando atascos en las autopistas del estado, que ha eliminado los peajes para facilitar la salida de las zonas de peligro. En concreto, las retiradas se han llevado a cabo en una treintena de condados que comprenden una zona densamente poblada entre Orlando, Tampa, Sarasota y Fort Myers.
Según el pronóstico de los meteorólogos, se espera “un debilitamiento gradual” de Milton a medida que se desplace hacia el este sobre el Atlántico occidental. En este sentido, es probable que se convierta en una tormenta extratropical a primera hora del viernes.