El presidente interino de la Universidad de Michigan, Domenico Grasso, se comprometió a no dejar “piedra sin remover” mientras la institución continúa investigando las acciones del exentrenador de fútbol americano Sherrone Moore y amplía la indagación a la “cultura, conducta y procedimientos” del departamento atlético.
Grasso publicó una declaración en video el miércoles para actualizar al público sobre la situación, que llegó a un punto crítico la semana pasada cuando Moore fue despedido después de que se descubriera que, presuntamente, tuvo una relación inapropiada con una miembro del personal. Posteriormente fue arrestado y acusado de allanamiento de morada en tercer grado —un delito grave— y dos delitos menores.
Según las acusaciones, Moore fue a la casa de la empleada y entró por la fuerza a la residencia, donde procedió a amenazar con suicidarse frente a ella.
Toda la situación ha dejado a la comunidad de Michigan con “ira y desilusión”, reconoció Grasso, quien dijo que la escuela busca determinar si hubo “algún mal comportamiento relacionado por parte de otras personas” vinculado a las acciones de Moore.
También insistió en que la universidad tomará medidas para prevenir que se repita una situación similar en el futuro. “No se equivoquen, no dejaremos piedra sin remover, y cualquier acción adicional que tomemos se basará en evidencia creíble y hallazgos desarrollados a través de una investigación rigurosa”, afirmó Grasso. “Si la Universidad obtiene información a través de esta investigación o por otros medios que justifique la terminación de cualquier empleado, actuaremos con rapidez, tal como lo hicimos en el caso del entrenador Moore”.
El mundo del fútbol americano universitario se vio sacudido por las consecuencias del despido de Moore. El entrenador en jefe interino, Biff Poggi, dijo a los periodistas a principios de esta semana que los jugadores de los Wolverines se sintieron “muy traicionados por Moore”.
Ahora, en lo que parece un asunto secundario considerando la gravedad de las acusaciones contra el exentrenador, la universidad necesita encontrar un nuevo director técnico para el programa. “Tenemos la intención de contratar a una persona que pueda y quiera inculcar ese espíritu, y que represente los más altos valores que nuestra Universidad aprecia”, declaró Grasso sobre la búsqueda. “Contrataremos a un individuo con los más altos valores morales, que sirva como modelo a seguir y líder respetado para todo el programa de fútbol americano, y que, con dignidad e integridad, sea un competidor feroz”.
Los Wolverines aún tienen un último partido por jugar esta temporada: un encuentro contra Texas programado para la víspera de Año Nuevo en el Citrus Bowl.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**