Tres adolescentes han sido acusados por la muerte del mexicano Obed Beltrán Sánchez (35), quien supuestamente fue baleado “por error” durante una guerra de pandillas en una estación del Metro de Nueva York en El Bronx.
El último de los tres sospechosos arrestado tiene 15 años y se presentó el domingo en la Comisaría 44 de NYPD, reportó New York Post.
Otras cuatro personas resultaron heridas en el tiroteo, incluyendo uno de los adolescentes luego acusados. La balacera tuvo lugar en la estación Mount Eden Avenue la tarde del 12 de febrero como resultado de una disputa entre miembros de pandillas rivales, dijeron las autoridades.
“Una vez más estamos hablando de niños que consiguen armas y destruyen vidas”, dijo la fiscal de distrito de El Bronx, Darcel Clark. “Los acusados presuntamente dispararon sus armas durante la hora pico, en una plataforma concurrida, matando a un hombre e hiriendo gravemente a otras cuatro personas. También han arruinado su futuro. Esta matanza debe detenerse y todos debemos dar un paso al frente y marcar la diferencia antes de que los jóvenes decidan empuñar un arma”.
Estamos hablando de niños que consiguen armas y destruyen vidas”
Sólo se ha identificado a uno de los sospechosos, Langel Jones, de 16 años, residente de El Bronx. Los otros adolescentes -uno de 15 y otro de 14- no han sido nombrados debido a sus edades, acotó Pix11. El menor de ellos fue el supuesto autor de disparo que mató a Beltrán Sánchez.
Ese adolescente de 14 años, que según la policía está afiliado al grupo de Burnside, intercambió disparos con miembros de pandillas rivales del grupo D Block, detalló Daily News el mes pasado.
Los tres fueron acusados formalmente el martes y enfrentan varios cargos: homicidio, intento de homicidio, asalto, agresión, peligro imprudente y posesión criminal de un arma. Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.
Según los fiscales Langel, miembro del equipo del Bloque D, y el quinceañero caminaban dentro de un vagón de la línea 4 cuando vieron al niño de 14 años. En el violento intercambio se dispararon al menos 19 balas.
Beltrán Sánchez estaba sentado en el vagón, pero salió al andén para ver la conmoción y recibió un disparo en el pecho. Fue trasladado de urgencia al Hospital St. Barnabas, pero no pudieron salvarlo.
En el momento del homicidio de Beltrán Sánchez las fuentes dijeron que la policía estaba investigando cinco tiroteos y otros incidentes separados que involucraban una disputa en curso por insultos y ataques en las redes sociales, canales que han sido vinculados a otros hechos de violencia en la ciudad.
Según sus allegados, Beltrán Sánchez tenía planeado volver a México para reunirse con su esposa y dos hijos, cuando fue fatalmente baleado “al azar” al salir del trabajo.
Desde que asumió el cargo en enero de 2022 el alcalde Eric Adams, ex NYPD, anunció varias veces que se duplicaría el número de agentes de la policía en el caótico Metro de NYC. Pero la violencia ha seguido. En lo que va de año tres personas han muerto baleadas en el subterráneo. Además, a fines de marzo cinco personas murieron arrolladas en el subterráneo neoyorquino en incidentes separados en una alarmante racha de apenas 72 horas en plena Semana Santa.
La gobernadora Kathy Hochul desplegó en marzo 750 guardias nacionales junto con 250 policías estatales y de la MTA para revisar las pertenencias de los pasajeros en las estaciones más concurridas, citando incidentes violentos como el casi fatal corte en el cuello de un conductor del Metro y el trabajador postal arrojado a los rieles a patadas. También una mujer resultó amputada al ser empujada a las vías por su novio hispano.
Luego el plan “Operation Fare Play” anunció que desplegará unos 800 agentes en las estaciones para abordar la evasión de tarifas y delitos relacionados, lo que indica en teoría un mayor enfoque en la seguridad del tránsito, indicó NBC News.
Una encuesta divulgada el mes pasado arrojó que en general los neoyorquinos están insatisfechos con la calidad del transporte público y muchos temen usarlo, alegando preocupaciones por su seguridad. Con frecuencia se reportan hechos delictivos, accidentes, saltos a las vías y retrasos por fallas.