Los Mets adquirieron a Marcus Semien por múltiples razones estratégicas: su megacontrato expira dos años antes que el de Brandon Nimmo; su defensa fue deficiente la temporada pasada, y agregar un segunda base Guante de Oro mientras se resta un jardinero izquierdo con velocidad en declive debería mejorar el equipo; además, libera un puesto en los jardines para la próxima temporada dentro de una organización con recursos para adquirir un jardinero izquierdo costoso o recurrir a un prospecto prometedor del sistema de ligas menores; finalmente, la dinámica del vestuario de la temporada pasada no generó los resultados esperados.

Existen más motivos —se intentaron recopilar aquí— por los cuales los Mets renunciaron a un líder querido a cambio de un jugador de 35 años cuyas estadísticas recientes no solo han retrocedido, sino que se han desplomado.
Pero hay una consideración adicional: ¿y si Semien puede batear?
Hasta 2023, demostró que sí podía. En esa temporada de campeonato de la Serie Mundial con Texas, Semien lideró la Liga Americana en hits (185) y carreras (122), con un promedio de bateo de .276/.348/.478. Conectó 29 jonrones, impulsó 100 carreras y realizó casi todo de manera destacada, lo que le valió terminar tercero en la votación del MVP por tercera vez en su carrera.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**



