Los desafíos que presenta la violencia doméstica ponen a las víctimas en situaciones difíciles y dolorosas, a menudo trae consecuencias no solo para la salud física, sino también para la salud mental.
Navegar la violencia doméstica no es una tarea fácil, es por esto que María Lizardo, directora de la organización sin fines de lucro Northern Manhattan Improvement Corporation (NMIC) ha luchado por años para servir a la comunidad hispana en su intento de dar una mano amiga a estas víctimas.
María Lizardo, directora de NMIC
“Nosotros comenzamos el programa contra la violencia doméstica en 1998, porque sabíamos cómo organización que teníamos que hacer algo para apoyar a las víctimas de violencia doméstica y sobrevivientes”, indica Maria Lizardo directora de NMIC.
PA: – ¿Cuál ha sido lo más difícil que ha encontrado en estos años para que estas personas salgan adelante?
“Inicialmente ha sido muy difícil porque nuestra comunidad no estaba abierta a discutir el tema de la violencia doméstica”, responde Lizardo.
“No estaban listos para tener esas conversaciones francas, de decir no podemos seguir en la violencia doméstica contra las mujeres. La mayoría son mujeres, nos enfocamos aquí en NMIC en mujeres. Inicialmente eso fue lo más difícil”, añadió.
Sin embargo, para muchas víctimas romper el silencio representa un gran reto como nos cuenta la psicoterapeuta Yris Yanckelevich:
“Es necesario entender la problemática psicológica de las personas que son abusadas por su esposo, novio o por su padre o por su hermano. Las personas que sufren el abuso no siempre es físico, algunas veces es emocional y físico, no siempre sexual a veces es emocional y sexual”, explica.
Pero la parte emocional está siempre presente y genera en la persona abusada mucho miedo y una dependencia emocional de la cual no encuentra por años una forma de salir.
Y es que el temor a denunciar a sus victimarios, factores económicos, de vivienda, estatus migratorio y de idioma son algunas de las barreras que deben enfrentar las víctimas.
“La ciudad ha apoyado en esto, no solamente en la ciudad, el Estado también, porque se reconoce que esto es una pandemia, una pandemia en la cual todos tenemos la responsabilidad”, sostiene Lizardo.
De acuerdo con estadísticas:
La violencia doméstica es uno de los delitos menos denunciados. De acuerdo con el Departamento de policía de Nueva York, en 2023 se reportaron 245,018 incidentes de violencia doméstica – un promedio de 671 al día.
Un flagelo que puede azotar a cualquier hogar y en cualquier momento.
Y este es uno de los propósitos de esta organización apoyar a estas personas y asegurarse de que no haya más víctimas.
Desde hace más de veinte años María, junto a un grupo de personas, realizan la Marcha de las Novias en honor a Gladys Ricart y a todas las mujeres sobrevivientes de esta problemática.
Este programa provee consejerías, servicios legales para ayudar a la víctima en todos los pasos necesarios para ella poder salir de la relación o si decide mantenerse en la relación.
“Nuestro trabajo aquí es muy importante porque les dejamos saber a la población de Washington Heights y también El Bronx porque eso es a lo que nosotros nos enfocamos, a qué tienen derechos y qué es importante hablar”, dice.
Y agrega: “Buscar ayuda legal es muy importante, sea persona indocumentada o no. Tienen derechos aquí en Nueva York”.
“Traten de salir de la situación lo antes posible, la persona no va a cambiar puede llevar años y años. Que se sienta que puede salir adelante sola, que pueden ser independientes, que pueden hacer las cosas por sí mismas, que no se dejen amedrentar por nadie”, concluye Iris sobre qué debe hacer una persona víctima de abuso.
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