El Gobierno italiano de Giorgia Meloni ha aprobado este lunes un decreto para establecer por ley la lista de “países seguros” de donde proceden los inmigrantes y blindar así sus controvertidos centros de reclusión en Albania. La estrategia consiste en blindar la lista de países seguros, es decir, de los que un inmigrante no tiene por qué escapar, con este tipo de decretos con fuerza de ley que se usan momentos de “necesidad o urgencia”, teniendo que ser revalidados por el Parlamento en el plazo de 60 días. Hasta la fecha esa lista estaba recogida en un “decreto interministerial”, un acto de valor meramente administrativo.
Meloni reacciona así a la decisión de la Justicia italiana de vaciar el centro de retención en Albania, donde permanecían doce inmigrantes de Egipto y Bangladés, y obligar a su traslado a Italia, lo que ha indignado al Ejecutivo. “Esto convierte en una norma primaria (…) para ofrecer la aplicación de una ley de interpretación inequívoca, a nuestro juicio. Lo digo con gran respeto por la magistratura”, dijo en una rueda de prensa el ministro del Interior, Matteo Piantedosi.
En el centro de la cuestión está la apertura en las localidades albanesas de Shengjin y Gjader, al otro lado del mar Adriático, de dos instalaciones -acordadas con el primer ministro albanés Edi Rama- para recluir a los inmigrantes que llegan a Italia y aligerar así la presión en sus red de acogida.
El pasado miércoles llegaron los 16 primeros inmigrantes -de Egipto y Bangladés- a bordo del buque militar Libra pero 4 de ellos tuvieron que ser devueltos inmediatamente a Italia, dos porque eran menores y otros dos por considerarse “vulnerables”. Sin embargo el viernes el Tribunal de Roma no convalidó la retención de los doce inmigrantes restantes y ordenó su regreso a Italia, lo que ha provocado un fuerte encontronazo entre el Gobierno y los jueces.
Una injerencia
La clave del debate está en la consideración de “países seguros”, pues el acuerdo con Albania establece que solo puedan ser enviados aquellos inmigrantes que procedan de estados de donde no haya motivos para escapar. Italia considera seguros un total de 22 países de origen migratorio y entre estos, desde el pasado mayo, figuran Egipto y Bangladés. Sin embargo el Tribunal de Roma no está de acuerdo.
En su fallo, la presidenta de la sección “para los derechos de las personas y la inmigración” del Tribunal de Roma, Luciana Sangiovanni, se amparaba en una sentencia del pasado 4 de octubre del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) sobre un ciudadano moldavo que había pedido asilo en la República Checa.
En ese veredicto, el tribunal comunitario establecía que para que un país pueda ser considerado seguro debe serlo de forma “homogénea” en todo su territorio y para todos sus habitantes. Y Egipto y Bangladés, según la jueza romana, no cumplen ese requisito. “La negativa a convalidar su retención en las instalaciones en Albania, equiparadas a zonas de frontera o tránsito italianas, se debe a la imposibilidad de reconocer como países seguros los Estados de procedencia de las personas retenidas”, escribía la magistrada.
Esto ha sido denunciado como una injerencia y una violación de la separación de poderes no solo por el partido de Meloni, los ultraderechistas Hermanos de Italia, sino también por sus dos socios de coalición, la Liga de Matteo Salvini y la Forza Italia de Antonio Tajani.
Por otro lado, el Gobierno de Meloni ha sido denunciado este lunes al Tribunal de Cuentas por el opositor Movimiento 5 Estrellas (M5S) por el gasto de “ingentes” fondos públicos en el envío de inmigrantes a sus polémicos centros en Albania.