En medio de la derrota 48-14 de North Carolina ante TCU en el debut de Bill Belichick, Max Johnson protagonizó un momento cargado de emotividad que trascendió el marcador. El quarterback de sexto año ingresó en el tercer cuarto tras la lesión del titular Gio Lopez y lideró una serie ofensiva de 10 jugadas y 80 yardas que culminó con un pase de anotación de 2 yardas para su hermano menor, Jake Johnson.

“Es una bendición poder jugar fútbol americano otra vez”, declaró Max Johnson tras el encuentro, según AP. Las palabras del mariscal de campo adquieren especial significado considerando que sufrió una lesión catastrófica en la pierna durante el opener de la temporada pasada, que requirió cinco cirugías y llegó a poner en riesgo la extremidad.
El momento familiar tuvo un valor añadido: ambos hermanos son hijos de Brad Johnson, quarterback ganador del Super Bowl. “Estaba tan feliz de estar allí [en la práctica del 2 de agosto]”, añadió Johnson. “No podía dejar de sonreír”.
Por su parte, Gio Lopez, transferencia de South Alabama, completó 9 de 11 pases para 103 yardas con una intercepción antes de su salida por lesión. Belichick elogió el desempeño de Johnson pero evitó especular sobre quién será el quarterback titular frente a Charlotte el próximo sábado.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


