más de 40 coches de lujo y millones por todo el mundo

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Bashar al-Asad ha gobernado Siria durante casi 25 años. Antes de él, lo hizo su padre durante otras tres décadas. Más de 50 años en el poder que han terminado abruptamente tras la toma de Damasco por los rebeldes sirios y la huida del presidente sirio del país.

En esas cinco décadas, la fortuna amasada por la dinastía al-Asad se desconoce, aunque los expertos coinciden en que la familia al-Asad podría tener una auténtica fortuna repartida por todo el mundo

La fortuna que al-Asad podría guardar fuera de Siria

Según calculaba un informe de Alaco, una firma de inteligencia financiera, ya en el año 2012, la fortuna de la familia al-Asad, incluyendo al propio dictador sirio, su familia y sus socios más cercanos, podría rondar “entre los 1.000 y los 1.500 millones de dólares” entre activos financieros, bienes patrimoniales y fondos en paraísos fiscales de todo el mundo. Sin embargo, no hay informaciones oficiales sobre el patrimonio actual del ya exmandatario sirio.

“Probablemente, esos fondos estén ubicados en lugares como Rusia, tal vez Dubái, Líbano, Marruecos, incluso Hong Kong, pero en cuanto a los bienes, en todo el mundo”, aseguraba entonces el jefe de investigación de la firma, Iain Willis, a la BBC sobre el informe elaborado en los inicios de las protestas por la Primavera Árabe que desembocaría en la guerra civil siria. 

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Los rebeldes han descubierto su colección de coches de lujo

Una muestra del nivel de lujo y opulencia de los al-Asad la han encontrado los propios insurgentes al llegar hasta el palacio presidencial del ya expresidente sirio: allí, los rebeldes han encontrado decenas de coches de lujo, propiedad de la familia al-Asad, en un garaje del palacio presidencial. El vídeo del hallazgo se ha hecho viral en pocas horas en las redes sociales.

En la colección se pueden apreciar más de 40 vehículos de lujo, entre ellos un Ferrari F50 rojo, un Lamborghini, un Rolls Royce y un Bentley. Una colección que podría estar valorada en cientos de millones de dólares y que constituye una prueba más del inmenso patrimonio de la dinastía gobernante en Siria durante el último medio siglo. 

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