Santo Domingo, RD.- Coraje. Esa es la palabra que mejor describe a María Marte, quien siempre sintió un deseo muy fuerte que la impulsó hacia adelante, sin mirar atrás, para construir una carrera exitosa en Europa, donde fue galardonada dos veces con estrellas Michelín.
Entrevistada por Juan Carlos Guilbe para “Finanzas con Humor”, la chef dominicana oriunda de Jarabacoa, dijo sentirse orgullosa de haber marcado la historia sobre la imagen que se tenía de la diáspora dominicana en Europa, pero, que, esta nación la marcó a ella también, y de diferentes maneras.
“Cuando empecé a hacerme conocida en Madrid, hubo un titular muy bonito que decía: que yo había cambiado el rumbo de las dominicanas que iban a hacer lo malo a España”, comenta la prestigiosa chef.
En ese sentido, confesó que le resultaba maravilloso que cuando se hacia referencia a su nombre no era para decir que las dominicanas iban a prostituirse a España: “Se hablaba de otra cosa, de una historia de superación de una mujer que dejó todo atrás, para ir en busca de nuevos horizontes”, explica María, quien llegó a España a principios de los 2000.
Destacó, que para poder derribar barreras y romper esos moldes que la llevaron a forjarse como chef y alcanzar la cumbre de su carrera gastronómica, tuvo que dormir debajo de una escalera, entre cartones, llegando a ser calificada “como loca” por algunos de sus compañeros, por su constancia y entrega al trabajo en busca de cambiar su realidad de aquellos años.
“Donde ellos veían locura, yo veía la oportunidad de mi vida de crecer como persona y profesionalmente. Esa parte es muy dura y muy triste, pero al final es la parte de la que más orgullosa me siento, porque tuve aguante y tenía lo que había que echarle a la vida que era coraje”, dice Marte, quien fue nombrada Embajadora Iberoamericana de la Cultura.
En la conversación con Juan Carlos Guilbe que se encuentra disponible en el canal de YouTube: Finanzas con humor, la chef que fundó su propia escuela de gastronomía en su natal Jarabacoa, instó a aquellos jóvenes que piensan que no existen oportunidades a revisar su historia, porque con entrega, dedicación y preparación todo es posible.
“Yo soy un espejo muy grande donde los jóvenes pueden mirarse. Si estudias y si te preparas, no tienes que pasar por tantas dificultades como las que yo pasé… Es bueno tener un título y decir yo vengo de tal escuela, así que hay que estudiar”.