Zohran Mamdani mostró sudoración visible durante el último debate por la alcaldía este miércoles, mientras Andrew Cuomo lo instaba a abandonar la “actuación” y proporcionar respuestas concretas. El candidato socialista fue reiteradamente acorralado por el exgobernador independiente y el nominado republicano Curtis Sliwa, quien tildó las propuestas de Mamdani de “fantasía”.
Aprovechando la última oportunidad para desgastar a Mamdani —a 13 días de las elecciones del 4 de noviembre—, sus rivales no permitieron que ninguna de las evasivas del candidato demócrata pasara desapercibida en el escenario del LaGuardia Community College.
“No sea político”, se burló Sliwa cuando Mamdani evitó opinar sobre importantes propuestas de boleta, limitándose a decir que estaba “agradecido de que esas medidas estén en la boleta”. “Oh, qué sorpresa”, ironizó Cuomo antes de ridiculizar al favorito con un gesto de manos.
Un Mamdani visiblemente sudoroso también eludió respuestas directas al ser presionado sobre:
• **Reforma educativa**: Reiteró su oposición al control municipal y su apoyo al mandato estatal de tamaño de clases, pero no identificó problemas sustanciales en la disfunción del sistema escolar.
• **Seguridad pública**: Cuestionado sobre los detalles de su Departamento de Seguridad Comunitaria —que enviaría trabajadores sociales a llamadas de salud mental y disputas domésticas en lugar del NYPD—, solo afirmó que “enfoques similares han funcionado en otros lugares de EE.UU.”.
• **Vivienda**: No supo explicar cómo acelerar la construcción de nuevas unidades para aliviar la crisis habitacional.
• **Propuestas de boleta**: Sobre trasladar las elecciones locales a años presidenciales, repitió: “No he revisado las propuestas” de los temas que figurarán en la misma boleta donde él es candidato.
El debate organizado por Spectrum NY1 no fue una pérdida total para Mamdani, ya que gran parte del enfrentamiento se centró en si la inexperiencia del assemblyman de Queens de 34 años era peor que el cuestionable historial de Cuomo como gobernador durante tres períodos.
Cuomo, de 67 años, mostró una actuación más sólida que en el primer debate, donde había lucido regañón y a la defensiva. Presumió logros como la renovación del Aeropuerto LaGuardia y la primera etapa del metro de Second Avenue, y argumentó que podría enfrentar a un presidente Trump “hiperagresivo” —a diferencia del novato Mamdani—. “Él cree que es un niño y que lo va a tumbar”, dijo Cuomo sobre la evaluación que Trump hizo de Mamdani, a quien el expresidente llamó “mi pequeño comunista”.
Mamdani pareció sorprendido en varias ocasiones, especialmente cuando Cuomo lo atacó por posar sonriente con la vice primera ministra ugandesa antigay Rebecca Kadaga, o lo tildó de “buen actor” que “perdió su verdadera vocación”.
“Es un buen actor, perdió su vocación”, insistió Cuomo al criticar la plataforma de ‘congelar la renta’ de Mamdani, desviándose de una pregunta sobre el número récord de niños sin hogar. “Congelar la renta suena genial, sí, pero afecta solo al 25% de las viviendas en Nueva York. No es una idea nueva: Bill de Blasio ya lo hizo”.
Mamdani respondió: “Voy a congelar profundamente la renta. La gente cree que se aplica a todos”, generando aplausos de sus simpatizantes. Cuomo contraatacó: “El alcalde ni siquiera tiene poder para hacerlo. La Junta de Directrices de Alquiler decide, y él no la controla. Nada va a pasar. Es pura palabrería política, Sr. Mamdani”.
Cuando Mamdani —duro crítico de Israel— intentó tranquilizar a los neoyorquinos judíos prometiendo representarlos, Cuomo interrumpió con sarcasmo: “¿Eres el salvador del pueblo judío?”.
Sin embargo, Cuomo también enfrentó su propio escrutinio. Se vio acosado por su historial durante la pandemia de COVID-19 y el escándalo de acoso sexual que lo llevó a renunciar en 2021. Titubeó al responder sobre las 13 mujeres que lo acusaron, una de las cuales, Charlotte Bennett, asistió al debate como parte de una estrategia de Mamdani.
Mamdani retrató a Cuomo como “títere de Donald Trump” y argumentó que la “experiencia” del veterano político fue precisamente lo que causó problemas en vivienda, el MTA y las muertes en hogares de ancianos durante la pandemia. “Todos hemos experimentado tu experiencia”, remató.
Sliwa se unió a las críticas contra Mamdani, calificando sus propuestas de “fantasía”, pero resultó un aliado volátil para Cuomo. “Tu currículum cabría en una servilleta de cóctel”, le espetó a Mamdani, antes de soltarle a Cuomo: “Tú ya tuviste suficiente”. En otro intercambio acalorado, le gritó: “¡Huyiste de ser impugnado!”.
El fundador de Guardian Angels, presionado para retirarse y dar a Cuomo —segundo en las encuestas— una oportunidad contra el socialista, no pudo evitar atacar al exgobernador, lo que indirectamente benefició a Mamdani.
Andrew Kirtzman, experto en comunicaciones, evaluó: “Fue la performance más débil de Mamdani en este ciclo. Sus oponentes estaban en racha y se aliaron contra él toda la noche. Mamdani es un debatiente talentoso, pero parecía asediado”.
Y añadió: “El problema para Cuomo es que necesitaba que ambos tuvieran una mala noche. Si Sliwa no baja en las encuestas, Cuomo no puede ganar. Pero Sliwa tuvo una noche terrible, aunque ha crecido como candidato este año —es impresionante—”.
Mamdani, quizás agradecido por la ayuda involuntaria de Sliwa, mostró cierta simpatía hacia su rival al ser preguntado cómo votaría en una elección por ranking: “Yo número uno, y Curtis número dos”. “Oh, por favor no me adulés aquí, Zohran”, respondió Sliwa entre risas.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**