Las redes sociales se han convertido en una plataforma poderosa para que las personas compartan su vida, intereses y talentos con una audiencia global. Igualmente, ha abierto nuevas oportunidades para aquellos que desean perseguir una carrera como influencer. Sin embargo, recientemente ha surgido un debate sobre la decisión de algunos padres de retirar a sus hijos de la escuela para que se conviertan en influencers a tiempo completo.
Kat Clark y su hija Deja
Kat Clark, una reconocida influencer australiana con más de 5,2 millones de seguidores en TikTok, ha tomado la decisión de retirar a su hija de 12 años de la escuela para que pueda dedicarse por completo a su carrera de influencer. Según Kat, Deja ya ha comenzado a recibir oportunidades en el mundo de la influencia y su horario escolar no se ajusta a las demandas de estas oportunidades. Por esta razón, han optado por la educación en el hogar, para asegurarse de que Deja no se pierda ninguna de estas oportunidades.
Brianna Buchanan y su sueño de ser una estrella de TikTok
En otro caso similar, Brianna Buchanan, una adolescente de 13 años, decidió abandonar la escuela para seguir su pasión en TikTok. Inspirada por otros influencers exitosos, Brianna quería convertirse en una estrella de las redes sociales y contaba con el apoyo incondicional de su madre. Pasaba horas preparándose para sus vídeos y publicaba alrededor de 15 clips diarios. Su madre se convirtió en su manager y se encarga de manejar su horario y negocios.
La decisión de retirar a los niños de la escuela para convertirse en influencers a tiempo completo ha generado un intenso debate en la sociedad. Por un lado, aquellos que apoyan esta decisión argumentan que los niños deben tener la libertad de seguir sus pasiones y que la educación tradicional puede no ser adecuada para todos. Además, argumentan que las redes sociales pueden ofrecer oportunidades de aprendizaje y crecimiento que no se encuentran en un entorno escolar.
Por otro lado, los críticos señalan que retirar a los niños de la escuela puede ser perjudicial para su desarrollo académico y social. Argumentan que la educación formal es fundamental para proporcionar una base sólida de conocimientos y habilidades, y que perseguir una carrera de influencer puede ser volátil y efímero. También se plantea la preocupación de que los niños expuestos a las redes sociales a una edad temprana pueden enfrentar riesgos y peligros.
Ante este debate, es fundamental reconocer la importancia de encontrar un equilibrado que promueva tanto el desarrollo académico como el crecimiento personal de los niños. Si bien es cierto que las redes sociales pueden ofrecer oportunidades emocionantes, también es esencial brindar a los niños una educación sólida y una base de conocimientos que los prepare para el futuro.
Por último, es importante que los padres y cuidadores trabajen en estrecha colaboración con sus hijos, identificando sus pasiones y talentos, pero también asegurándose de que sigan recibiendo una buena educación. Esto puede implicar encontrar un equilibrio entre la educación en el hogar y la participación en actividades extracurriculares que fomenten el desarrollo social y académico.