La estilista de belleza dominicana, Vianel García de 44 años de edad fue asesinada ayer en la tarde por su hijo, Miguel Duval de 22, quien primero la golpeó brutalmente en el parque Riverside Park y luego la tiró por el terraplén del río Hudson, donde fue declarada fallecida.
El proposito de Duval para matar a su progenitora no está claro pero allegados a la familia dijeron a medios locales que el verdugo de su propia madre, tenía problemas de drogas y posiblemente de salud mental.
Varios testigos que estaban en el área del parque, escena del asesinato, relataron haber visto a Duval cuando golpeaba con un palo y una piedra a su mamá y luego cuando la empujó por el terraplén para matarla.
La occisa era propietaria del salón de belleza “Vianel Beauty Salon” en la calle 112 en el Este de Harlem y residía en la zona de la avenida Riverside y calle 165 en el Alto Manhattan.
Duval, fue arrestado en la escena y inculpado en la Corte Criminal de Manhattan por asesinato en segundo grado frente a la objeción de los familiares de la víctima que exigen al fiscal del distrito de Manhattan cambiar el nivel de la acusación a 1er grado con lo que se afirmaría una condena de cadena perpetua.
La policía expresó que oficiales respondieron el domingo a una llamada al 911 acerca de un asalto cerca de la calle 165 Oeste y avenida Riverside Drive a las 4:15 de la tarde. La estilista fue transportada al hospital Harlem donde fue manifesta fallecida.
“Miguel tenía problemas. Ella estaba tratando de ayudarlo, como lo haría cualquier madre que estuviera tratando de ayudar a su hijo. Yo no soy médico ni nada, pero él parecía tener problemas de salud mental. La gente expresa esquizofrenia, pero realmente no puedo decirlo”, le expresó al tabloide The NY Post una vecina del salón de belleza de García.
Según dice la vecina, García envió a su hijo perturbado a la República Dominicana para algún tipo de tratamiento. Algo salió mal y fue enviado de regreso a Nueva York, donde las fuentes dijeron que siguió causando problemas. El mes pasado, fue arrestado por patear a otra persona en la cabeza, según dice las fuentes.