Luis Grijalva tiene un aspecto humilde y sencillo que contrasta con su temple para competir en los 5.000 metros, la carrera en la que ha figurado cuarto en los últimos dos mundiales de atletismo.
Grijalva carga encima la esperanza de la nación centroamericana de obtener por primera vez una medalla de oro en los Juegos Olímpicos.
El fondista de 24 años participará en el penúltimo día de París 2024, la cita que se disputará entre el 26 de julio y el 11 de agosto.
Grijalva nació en Guatemala, pero vivido toda su vida en Estados Unidos, pues sus padres migraron con él cuando tenía solo un año.
Acaba de estar en Guatemala por primera vez, cumpliendo una visita de una semana en la que fue recibido por todo lo alto, reuniéndose con el presidente Bernardo Arévalo e inaugurar una pista de carreras en un polideportivo.
Todo eso no parece calar en su sencillez.
“Yo solo soy alguien que corre rápido”, dijo a The Associated Press en una entrevista durante su último día en Guatemala.
“Quiero conocer a la gente de Guatemala, es mi país”, añadió. “Nací aquí, mi papá y mi mamá vivieron aquí, tenemos historia de mucha familia aquí. Mi familia es guatemalteca, yo quería correr para ellos, para mi familia y para toda Guatemala”.
Hasta este viaje a Guatemala, Grijalva solo había tenido la oportunidad de salir de Estados Unidos para competencias oficiales, haciéndolo como un “dreamer”. Recibía un permiso especial por ser parte del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), una política migratoria de Estados Unidos que retrasa la deportación de personas que llegaron a suelo estadounidense siendo niños.
Grijalva cuenta que ahora está feliz tras haber sido beneficiado con una visa O-1, que se reserva para personas con habilidades o logros extraordinarios en las ciencias, artes, educación, negocios o el deporte, lo que facilitara su participación en competencias fuera de Estados Unidos.
“Con esta visa voy a poder salir cuando quiera y de veras me cambia la vida, porque cuesta mucho para sacar los permisos. Hay que hablar con mucha gente, abogados, pero ahora también puedo ir a Guatemala cuando quiera”, indicó Grijalva, quien reside en Arizona.
También consciente de la esperanza que genera en Guatemala su participación en los Juegos Olímpicos: “De verás yo soy como un guatemalteco, como cualquier guatemalteco, me siento muy feliz y gracias por todo el apoyo”, señaló.
Sonríe al hablar de Guatemala, por ser muy diferente a donde vive.
“En Estados Unidos la gente es un poco fría”, pero que en Guatemala se siente el calor de la gente, “como un abrazo”, afirmó.
En París, Grijalva podrá lucir los colores de Guatemala,
Hasta la semana pasada, pesaba sobre el Comité Olímpico Guatemalteco (COG) una sanción que el Comité Olímpico Internacional le impuso, desde hacía 18 meses, debido a una supuesta injerencia gubernamental y judicial en el funcionamiento del COG.
Uno de los efectos de la sanción era que los deportistas del país centroamericano no podían competir en justas con sus símbolos nacionales.
“Me siento muy feliz, es grande para el país, yo no quería correr en los Juegos Olímpicos si no ponía Guatemala en mi camisa, para mi es grande, para el país es grande, tal vez podemos hacer historia (en los Juegos”, señaló.
Guatemala apenas ha obtenido una presea en su historia olímpica, la plata que Erick Barrondo se colgó en la marcha de 20 kilómetros en los Juegos de Londres 2012.
Sobre su participación en los 5.000 metros, Grijalva indicó dice que será un momento duro, aunque considera que la diferencia ahora es que tiene más experiencia y es más fuerte para correr.
Quedó 12do en los Juegos de Tokio disputados en 2021, para luego finalizar cuarto en los mundiales de Eugene, Oregón, en 2022, y de Budapest el año pasado.
Grijalva mencionó que el año pasado la diferencia entre el primer lugar y los demás corredores fue de menos de un segundo y que en París puede ser muy parecido.
“Cada año me pongo más rápido, aún soy joven, y tengo más experiencia”, dijo. “En los Juegos Olímpicos quiero representar a Guatemala lo más alto que puedo”.