Luis Abinader: ¿presidente eficiente o ministros ineficaces?

0
140

Los funcionarios de este gobierno tienen que revisarse. Cada vez que se desata una crisis, la solución llega cuando el presidente aparece en escena: fue así con la seguridad cuando acudió a la Policía, con migración al anunciar medidas, con educación al salir al frente, y ahora con el sector eléctrico en Punta Catalina.

Y está claro que resolver problemas forma parte de su trabajo. Pero entonces, ¿para qué tiene ministros y directores? Su tarea debería ser anticipar, comunicar y ejecutar, no esperar a que el jefe máximo haga acto de presencia. El caso del Jardín Botánico es ejemplo de libro: tres ministros hablando y ninguno pudo ser claro ni certero.

No se trata de que el presidente sea eficiente o trabajador —eso está probado—, sino de que no puede ni debe andar como “chichigua en banda” apagando incendios. No se gobierna como un bombero de turno ni como una OMSA parando en cada esquina de emergencia. Esa exposición excesiva desgasta y erosiona su capital político.

El dilema es evidente: seguir asumiendo cada crisis en carne propia —arriesgando su popularidad— o llamar al orden a sus funcionarios, para que se metan en cintura y actúen con responsabilidad. Porque faltan tres años, y las crisis no se detendrán.

Te podría interesar:

El país necesita ministros que hablen claro y ejecuten, no mudos que obliguen al presidente a jugar de “hombre orquesta”. La decisión es suya: seguir cargando con todo o exigir que su equipo, por fin, se gane el sueldo.

REDACCIÓN FV MEDIOS