Rubén Andrés
Probablemente, ningún millonario en su sano juicio dejaría varios millones de euros en efectivo en el cajón de su mesita de noche. Sin embargo, la mayoría de esos millonarios no parece tener reparos en aparcar sus carísimos superdeportivos de edición limitada en simples garajes, aparcamientos públicos e incluso en desguaces abandonados a su suerte.
El precio de los coches se está equiparando al de las obras de arte de los grandes maestros de la pintura, y el de los supercoches también. Con más de 500.000 euros solo en extras, o con más de 100.000 euros en tornillería, no es extraño a los millonarios les empiece a preocupar la seguridad de sus piezas de colección, por lo que se han comenzado a crear soluciones para protegerlos, más allá de contratar un seguro a todo riesgo para ellos.
En los alrededores del aeropuerto londinense de Gatwick se ubican las discretas oficinas de Birch, una startup dedicada al almacenaje de vehículos de alta gama en unas instalaciones tan seguras que ni los propietarios de los vehículos pueden entrar. El motivo es sencillo: garantizar la seguridad y la privacidad de los coches almacenados en “La Bóveda”, que es como la empresa denomina a sus instalaciones.
Entre sus fundadores se encuentran profesionales del sector de los seguros y del automovilismo, uniéndose en el objetivo común de proteger unas piezas de colección que cada vez suman más ceros en sus valoraciones.
La propuesta de Birch y su garaje de alta seguridad no va dirigida a ofrecer un espacio seguro de exhibición, sino que su idea es convertirse en una especie de caja fuerte de seguridad para supercoches de valor incalculable.
“Lo que realmente queremos es ser el mejor almacén de coches de alta gama que existe. Hay una enorme necesidad de ello. Creo que aquí estaremos llenos en verano, y creo que en Londres nos llenaremos aún más rápido, ya que muchos coches de alta gama no se almacenan correctamente allí. Nadie lo ha hecho así ni ha creado una marca en este espacio”, declaraba Tom Chilton, director comercial de Birch, expiloto de carreras e hijo del magnate de los seguros ya retirado Grahame Chilton.
Según cuenta la empresa en un vídeo, desde el momento en el que el vehículo pisa “La Bóveda”, se coloca sobre una plataforma de acero que le servirá de base. El vehículo se ancla a esa plataforma desde la que se gestionará y almacenará en adelante, minimizando así el riesgo de daños gracias a una carretilla elevadora monitorizada por nueve cámaras que posicionan el coche para evitar que sufran daños durante las operaciones de almacenamiento (porque se almacenan uno encima de otro, no se aparcan).
Cada vehículo se almacena en unas enormes estructuras de cinco alturas con capacidad para 590 coches y se mantienen conectado a un generador individual por control remoto que mantiene la batería en su punto para evitar que se descargue con el paso del tiempo.
El control de temperatura y humedad ambiental crea una atmosfera que contribuye a las condiciones adecuadas tanto en verano como en invierno, para garantizar la conservación de la pintura y los materiales de los supercoches que descansan en sus instalaciones.
Las instalaciones de este garaje blindado están vigiladas las 24 horas y cuentan con reconocimiento de huella dactilar en los accesos, así como 40 cámaras de videovigilancia, cámaras acorazadas ignífugas independientes para llaves y documentos.
Además, cuenta con un sistema antiincendios con dos aspersores situados sobre la parte delantera y trasera de cada hueco de almacenamiento. De ese modo, si se produce un incendio fortuito, los 90.000 litros de agua del sistema antiincendios caerían sobre cada uno de los coches.
Birch se encargará limpiar el coche y tenerlo preparado cuando su propietario lo requiera, así como disponer su recogida cuando deba pasar revisiones. La startup tiene previsto abrir una nueva ubicación de seguridad cerca del circuito de Formula 1 de Silverstone, tal y como publicaba Robbreport.
Lo más sorprendente de este servicio de almacenamiento de alta seguridad para coches de gama alta y todo el servicio que ofrece es que su precio es relativamente asequible para ser un producto orientado a millonarios, que deberán pagar unos 480 euros al mes para guardar aquí sus coches.
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Imagen | Unsplash (Jonathan Gallegos), Birch
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