El hígado graso, también conocido como esteatosis, es una afección caracterizada por la acumulación de grasa (triglicéridos) en las células del hígado. Si se controla a tiempo, es una enfermedad que, puede curarse sin consecuencias graves.
El hígado graso afecta principalmente a las personas con sobrepeso, pero puede afectar a todo el mundo. Esta patología no presenta ningún síntoma en particular y no tiene una cura específica, pero hay que tenerla en cuenta para evitar que degenere y cause enfermedades mucho más graves.
¿Qué es el hígado graso?
El hígado graso, clínicamente llamado esteatosis hepática, no es más que, como su nombre lo indica, una acumulación de grasa dentro del hígado. En situaciones particulares, con una sobrecarga funcional del hígado, generalmente debido a una dieta demasiado rica en grasas o al abuso del alcohol, el hígado no puede deshacerse de las grasas.
Cuando el peso de la grasa acumulada en el hígado supera el 5% del peso del hígado, se llama esteatosis hepática. El término esteatosis indica precisamente el exceso de grasa en un tejido. Se trata de una afección que suele aparecer entre los 40 y los 60 años de edad, pero que también aumenta la incidencia entre los niños y los jóvenes.
La acumulación de grasa en el hígado a menudo no da síntomas, pero en el 10% de los pacientes puede causar inflamación e incluso cirrosis, con daños permanentes en el órgano y su función.
Generalmente se distingue entre alcohólico y no alcohólico
En el primer caso es causado por el abuso del alcohol y puede ser curado completamente eliminando o reduciendo drásticamente el consumo de alcohol y bebidas energéticas. El hígado graso puede evitarse siguiendo un estilo de vida saludable, consumiendo pocos carbohidratos y grasas procesadas y limitando el consumo de alcohol.
Remedios y cuidados
La esteatosis hepática, excepto en los casos más graves, es completamente reversible. Para volver a tener un hígado sano es suficiente con comer adecuadamente, renunciar al alcohol y hacer una actividad física regular. Por esta razón no existe un tratamiento farmacológico para la esteatosis hepática, sino sólo un buen consejo sobre nutrición y estilo de vida saludable.
Una vez eliminados todos los factores que causan el hígado graso, este volverá a su estado natural sin necesidad de más intervenciones.
La dieta correcta
Lo que se debe evitar
Para prevenir la aparición de la esteatosis hepática o curarla, basta con seguir algunas reglas dietéticas muy simples:
- En primer lugar, será necesario eliminar o reducir al mínimo el consumo de alcohol, desde la cerveza hasta los licores.
- Lo ideal sería reducir al mínimo el consumo de carne, especialmente eliminando los cortes más grasos y sustituyéndolos por pescado. La sal y los condimentos grasos, los quesos maduros y los azúcares refinados también deben ser eliminados.
- En general, el consumo de alimentos listos para el consumo y de comida basura también debe reducirse al mínimo. La forma ideal de eliminar el esteatito del hígado es seguir una dieta saludable. Esto también significa evitar saltarse comidas o ayunar, que son extremadamente dañinos para el hígado.
Lo que se puede comer
Las verduras y los vegetales, tanto cocidos como crudos, están entre los mejores amigos del hígado.
- Algunas verduras tienen un efecto desintoxicante en el hígado, como las alcachofas y la achicoria.
- Pescado o legumbres, que ofrecen una excelente ingesta de proteínas sin forzar el hígado durante la digestión.
- Los carbohidratos como la pasta y el pan, preferiblemente integrales, y la leche fresca y los productos lácteos también están permitidos. Los quesos maduros y más gordos deben ser evitados.
- La fruta debe comerse al menos dos veces al día, pero hay que tener cuidado de evitar las frutas ricas en azúcar, como los higos, las uvas, los caquis y los plátanos.