Santo Domingo.- Al igual que los centros de diversión para adultos, muchos espacios que servían de recreación para los niños en la ciudad de Santo Domingo, y que fueron emblemáticos espacios para la familia, desaparecieron.
Su ausencia dejó, no solo un vacío para la ciudadanía, sino también, muchos hermosos recuerdos de su infancia, para los que tuvieron la suerte de disfrutarlos, en espacios como Arcadas, Iguana Park o la Ciudad Mecánica, Quisqueya Park, el Parque Infantil, Parque de Manresa, Mundo Sobre Ruedas, El parque de niños de Güibia, Parque de la Canquiña de la 17, entre otros.
En la memoria nostálgica de muchos capitaleños que vivieron su adolescencia en los años 80s, debe estar Mundo Sobre Ruedas, que vivió su esplendor desde su inauguración en 1979 hasta su cierre en 1996. El patinaje se hizo popular internacionalmente en la segunda mitad de los años 70s, aderezado con la música disco y el cine con la película “Rollerball” (Norman Jewison, 1975), algo de lo que República Dominicana no fue ajena.

Mundo Sobre Ruedas estuvo instalado en la avenida Winston Churchill, entre el Club Paraíso y la Plaza Fernández, y hace once años se volvieron a abrir espacios con este nombre y concepto en plazas como Acrópolis y Sambil.
Un espacio que ha tenido distintos nombres, pero siempre con la visión de servir al esparcimiento de la familia, es el hoy llamado Parque Iberoamérica, ubicado entre las avenidas Simón Bolívar, Alma Máter, César Nicolás Penson y Ricardo Robles.
Este lugar, que tiene la ventaja del fácil acceso, ya que se encuentra en un lugar privilegiado de la ciudad, abrió primero en 1955 como el Parque Zoológico y Botánico, y en 1974, cuando fue inaugurado el Parque Zoológico Nacional, los animales fueron trasladados a este recinto, ubicado en Cristo Rey.
En 1977 fue rebautizado como el Parque Infantil, y en él se quedaron la elefanta Mami y el chimpancé Buche, dos entrañables animales que aún viven en el recuerdo de muchos de los niños de ese entonces, como complemento de las distintas atracciones de feria que tenía este espacio.
En la segunda mitad de los años 80s volvió a cambiar de nombre, esta vez como Quisqueya Park, un centro de diversiones con variadas atracciones, con un concepto más amplio en lo que a feria mecánica se refiere, con montaña rusa, llamada aquí carruseles, el Súper 8, la casa del terror, Himalaya, El martillo, toro salvaje, carritos chocones, entre muchas otras. Un hecho muy lamentable fue la muerte de una niña en uno de los juegos mecánicos, un suceso que adelantó su cierre.
El parque, que no solo se limitaba a ofrecer las atracciones mecánicas, sino que se celebraban conciertos de diferentes géneros y otras actividades, cerró en 1992, para dar paso a la construcción del Conservatorio Nacional de Música.
Cuatro años después, en 1996, abrió Arcadas, un centro de diversión que aunque con pretensiones más discretas que el anterior mencionado, hizo feliz a muchos niños y jovencitos que disfrutaron de sus atracciones, algunas de ellas heredadas del Quisqueya Park, como la alfombra mágica.
Ubicada en la intersección de las avenidas Winston Churchill y Gustavo Mejía Ricart, conocida en ese momento como “La esquina divertida”, este parque estuvo abierto al público hasta el 28 de febrero de 2007, cuando cerró y sus instalaciones fueron demolidas y se construyó el actual Blue Mall.
El helado es un alimento que está relacionado con los niños. Y en nuestro país han existido marcas como Capri, Frigor, Nevada, Remo, Allegro, Polo o Bon. Pero ninguna fue tan popular en los 80s como Manresa, que con el parque que llevó su nombre, era una salida especial cuando la familia quería ir de paseo.
En este espacio, que abrió en 1987, el público no solo se encontraba con el delicioso congelado cremoso que llevaba el nombre del centro de diversión, sino con un ambiente natural, lleno de árboles, y atracciones mecánicas, y sobre todo, con el mar Caribe de fondo.
A todos estos, se pueden unir la Feria Mecánica o el Iguana Park, que llegaban por temporadas y se instalaban, la primera a mediado de los años 80, y 90 en el malecón, frente a donde estaba Metaldom, y la otra, en épocas más recientes, en los terrenos del antiguo Aeropuerto Internacional de Herrera, cargadas de atracciones para todos los gustos, especialmente para los chicos que querían encender su adrenalina con juegos como Fireball, Zero Gravity, Martillo doble, Vértigo, el Wave Swinger, el Musik Express, el Sling Shot, Mardi Gras, Elephant, entre otras, pusieron a gritar a muchos chicos cada fin de año en que fueron instaladas.
Los capitaleños tienen en la actualidad al Olimpic Park, que opera en la plaza Juan Barón del malecón de Santo Domingo.
Otros desaparecidos espacios para la diversión de los niños y jóvenes, son los parques de Güibia, y La canquiña de la 17, construidos por la Alcaldía de Santo Domingo, pero hoy desaparecidos, el primero por remodelaciones, y el segundo para dar paso a la Línea 2 del Metro.
Por Pachico Tejada


