Bruselas.- Los neerlandeses marcaron un nuevo récord en gasto en fuegos artificiales para festejar el Nuevo Año, con 118 millones de euros, pese a que el mal tiempo ha llevado a cancelar muchos de los espectáculos pirotécnicos en el país.
El presidente del grupo Pirotécnicas Neerlandesas (BPN, por sus siglas en neerlandés), Leo Groeneveld, informó este martes de que en el país se gastaron este final de 2024 unos 118 millones de euros en fuegos artificiales, rompiendo el récord anterior de 115 millones de euros establecido en 2022, tras dos años de prohibición debido a la pandemia de Covid-19.
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Groeneveld calificó 2024 como «un año fantástico para la industria pirotécnica».
Los neerlandeses pueden utilizar fuegos artificiales desde las 18:00 horas del 31 de diciembre hasta las 2:00 horas del 1 de enero, aunque este año diecinueve municipios los han prohibido, mientras que otros cien han designado zonas libres de pirotecnia, en las que no está permitido su uso.
Una encuesta realizada por el medio RTL News entre 20.000 personas reveló que el 60% apoya una prohibición general de los fuegos artificiales para festejar el Año Nuevo, frente al 55% del año pasado, y que las mujeres y los ancianos se sienten especialmente inseguros.
Cada año se producen lesiones a causa de los fuegos artificiales. Según los medios locales, el martes por la tarde un niño de trece años resultó gravemente herido en Kamperland (provincia de Zelanda) tras prender un fuego artificial Cobra-6.
Un hombre también resultó herido en Nijverdal por un fuego artificial que le explotó en la cara, informó en redes sociales la policía que está investigando el incidente.
Pese a las inclemencias meteorológicas, se mantiene el clásico espectáculo del puente Erasmus de Róterdam, que concentrará el mayor de fuegos artificiales del Año Nuevo en Países Bajos, tras la suspensión del previsto en Ámsterdam y en otros pueblos y ciudades, especialmente debido a los fuertes vientos.
Los fuegos artificiales pueden ser arrastrados por el viento, lo que supone un peligro para los espectadores y sus alrededores, según justificó el ayuntamiento de Ámsterdam para cancelar el espectáculo.
El mal tiempo llevó también a cancelar las clásicas inmersiones de Año Nuevo en Zandvoort, Bloemendaal y otras ciudades costeras por el fuerte viento.