Los medicamentos comunes que aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad alzheimer

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La enfermedad de Alzheimer es una de las principales preocupaciones de salud pública en todo el mundo, dada su naturaleza progresiva y devastadora. Mientras que los factores genéticos y ambientales desempeñan un papel crucial, cada vez más investigaciones sugieren que ciertos medicamentos de uso común también pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta condición debilitante. En este artículo, exploraremos los hallazgos clave de un estudio reciente que arroja luz sobre los medicamentos específicos que pueden acelerar el deterioro cognitivo y contribuir al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, especialmente entre lasLos poblaciones de mayor riesgo.

Los medicamentos anticholinérgicos y su impacto en la cognición

Una nueva investigación publicada en la revista Neurology ha establecido un vínculo entre el uso de medicamentos anticholinérgicos y un mayor riesgo de deterioro cognitivo leve, que a menudo precede a la aparición de la enfermedad de Alzheimer. Estos medicamentos, que se recetan comúnmente para tratar afecciones como la incontinencia urinaria, las alergias estacionales y la depresión, bloquean la acción de la acetilcolina, un neurotransmisor clave para la memoria y la atención.

El doble impacto de los anticholinérgicos en el cerebro

Los investigadores descubrieron que el efecto perjudicial de los medicamentos anticholinérgicos es particularmente pronunciado en aquellos individuos que ya presentan biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer en su líquido cefalorraquídeo. Esto se debe a que la degeneración relacionada con el Alzheimer comienza en una región específica del cerebro, el prosencéfalo basal, que produce acetilcolina. Al bloquear aún más la disponibilidad de este neurotransmisor, los medicamentos anticholinérgicos ejercen un impacto devastador en las funciones cognitivas de las personas con riesgo elevado de Alzheimer.

Evaluación del riesgo en el estudio

El estudio realizado por investigadores de la Universidad de California, San Diego, siguió a 688 participantes con una edad promedio de 74 años, ninguno de los cuales presentaba signos iniciales de problemas cognitivos o de memoria. Aproximadamente un tercio de los participantes tomaban al menos un tipo de medicamento anticholinérgico, con un promedio de 4,7 medicamentos de este tipo por persona.

Hallazgos clave del estudio

Los resultados del estudio fueron contundentes: aquellos que tomaban al menos un medicamento anticholinérgico presentaron un aumento del 47% en el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve en comparación con quienes no tomaban este tipo de medicamentos. Aún más alarmante, los participantes que tenían biomarcadores de Alzheimer en su líquido cefalorraquídeo y que también tomaban medicamentos anticholinérgicos tenían casi 5 veces más probabilidades de presentar signos de deterioro cognitivo leve.

Foto Freepik

Implicaciones para poblaciones de mayor riesgo

El estudio también reveló que las personas con un mayor riesgo genético de desarrollar la enfermedad de Alzheimer eran más de 2,5 veces más propensas a experimentar deterioro cognitivo leve si tomaban medicamentos anticholinérgicos, en comparación con aquellos sin este riesgo genético que no tomaban dichos medicamentos. Esto subraya la importancia de considerar cuidadosamente el historial médico y genético de un individuo al prescribir este tipo de fármacos.

Medicamentos anticholinérgicos comunes

Los medicamentos anticholinérgicos más comúnmente prescritos incluyen:

  • Antidepresivos tricíclicos (por ejemplo, amitriptilina)
  • Antihistamínicos (por ejemplo, difenhidramina)
  • Antiespasmódicos urinarios (por ejemplo, oxibutinina)
  • Broncodilatadores (por ejemplo, ipratropio)
  • Antiparkinsoniano (por ejemplo, trihexifenidilo)

Estos fármacos se recetan con frecuencia para tratar una amplia gama de afecciones, lo que los convierte en un área de preocupación importante.

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Consideraciones clave para médicos y pacientes

Los hallazgos de este estudio subrayan la necesidad de que los médicos evalúen cuidadosamente los riesgos y beneficios antes de prescribir medicamentos anticholinérgicos, especialmente en pacientes mayores o con antecedentes familiares de Alzheimer. Los pacientes también deben estar atentos a los posibles efectos secundarios cognitivos de estos medicamentos y comunicar cualquier preocupación a sus proveedores de atención médica.

La Importancia de alternativas y seguimiento cercano

Cuando sea posible, los profesionales de la salud deben considerar alternativas no farmacológicas o medicamentos con menor carga anticolinérgica. Además, es crucial realizar un seguimiento estrecho de la función cognitiva en pacientes que toman estos medicamentos, con el fin de detectar tempranamente cualquier deterioro y tomar medidas correctivas.

El papel de la investigación continua

A medida que se acumula más evidencia sobre los efectos perjudiciales de los medicamentos anticholinérgicos en la cognición, es fundamental que los investigadores continúen explorando este vínculo y desarrollen estrategias más efectivas para mitigar estos riesgos. Solo a través de una mejor comprensión y de la adopción de enfoques más prudentes en el tratamiento, podremos proteger a las poblaciones vulnerables de los efectos devastadores de la enfermedad de Alzheimer.

Los hallazgos de este estudio destacan la necesidad urgente de que médicos y pacientes presten mayor atención a los posibles efectos cognitivos de los medicamentos anticholinérgicos comunes. Al tomar medidas preventivas y adoptar enfoques más cautelosos en la prescripción de estos fármacos, especialmente en poblaciones de alto riesgo, podemos ayudar a mitigar el impacto de la enfermedad de Alzheimer y preservar la salud cognitiva de los pacientes a largo plazo.

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Lidia Baldomero
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