Santo Domingo.- Ya en el tramo final de este 2025, que casi concluye, se hace un balance de los escándalos que empañaron la gestión del presidente Luis Abinader y obligaron al mandatario a relanzar el Gobierno con movimientos dentro del tren gubernamental.
El año 2025 quedará marcado como uno de los más retadores para el Gobierno de Luis Abinader, debido a las sombras proyectadas por casos que pusieron el dedo acusador sobre varios funcionarios.
Las múltiples fallas en el Metro de Santo Domingo, que dejaron varados a miles de pasajeros —algunos de los cuales tuvieron que ser rescatados de los rieles elevados—, así como los desperfectos en la línea que llega al municipio de Los Alcarrizos, pusieron en jaque al gabinete de transporte y enfilaron los cañones de la oposición.
Uno de los sectores más neurálgicos, el de la salud, también vivió su momento de crisis, con el desfalco en el Seguro Nacional de Salud (Senasa), estimado en unos 41 mil millones de pesos, afectando a cerca de siete millones de afiliados, en su mayoría de escasos recursos.
De acuerdo con las investigaciones del Ministerio Público, que tiene a su cargo el caso, Senasa autorizó más de cuatro mil procedimientos médicos que nunca fueron realizados, pero que sí fueron facturados.
Días antes de que estallara el escándalo, su entonces director, Santiago Hazim, fue destituido.
Al sector Educación también le tocó lo propio, luego de que la Dirección General de Compras y Contrataciones Públicas anulara una licitación del Inabie por irregularidades en el contrato para la adquisición de útiles escolares, lo que puso en juego el inicio del año escolar para cientos de miles de estudiantes del sistema público y provocó la desvinculación de su director, Víctor Castro.
Sin embargo, una de las crisis más fuertes fue el apagón general, o blackout, que dejó al país sin energía eléctrica por casi 24 horas, el pasado 11 de noviembre, generando pérdidas millonarias y un caos nacional, incluso en los servicios del Metro y el Teleférico, que tuvieron que ser suspendidos.
Las contradicciones internas dentro del propio Gobierno crearon un ambiente tenso y sirvieron de caldo de cultivo para nuevos ataques de la oposición.
Dos semanas después, el Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (OC-SENI) informó, mediante un reporte técnico, que la causa del apagón se originó en una desconexión manual realizada en la subestación de 138 kV de San Pedro de Macorís I, mientras la línea aún permanecía energizada.
Tras la situación, fueron destituidos el director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) y el de la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED), Rafael Santos y Martín Robles, respectivamente.
Sobre los apagones, el Gobierno ha prometido que serán cosa del pasado en 2026.