Jugadora de Long Island mantiene viva la tradición familiar de baloncesto universitario

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Gianna Santacroce fue la última jugadora de baloncesto femenino de Southold en llegar a la universidad en 2021, hasta que su hermana menor, Francesca, se comprometió a jugar para la misma institución, Ave Maria. “Cuando me estaban reclutando y se enteraron de que mi hermana jugaba allí, dijeron: ‘Oh, te queremos aquí al 100 por ciento. Queremos que este legado continúe'”, relató Francesca a The Post. “Incluso preguntaron: ‘¿Hay alguna más joven?'”, añadió la estrella sénior y base del equipo conjunto Greenport-Southold.

Aunque Francesca es la menor, el talento atlético corre por la familia. Gianna acaba de completar sus cuatro años en la cancha de Ave Maria la temporada pasada como alero. Su hermano mayor, Kevin, fue mariscal de campo del equipo de fútbol americano de la Universidad Pace en 2016, y la hermana mayor, Melina, también jugó baloncesto como alero para la Universidad Misericordia entre 2019 y 2023.

“Al crecer, practicar deportes universitarios era la expectativa, la meta… Sentí que tenía que hacerlo, pero también que quería hacerlo”, confesó Francesca, quien también juega fútbol en North Fork. “Iba a ver todos sus partidos, aunque era más joven. Todavía salimos a lanzar juntos en el camino de entrada, aunque todos sean mayores… Mis hermanas y yo acabamos de ganar una liga de adultos también”.

Francesca reconoció que ser notada como una jugadora prometedora en el extremo este de Long Island representó un gran desafío. Subrayó que las pequeñas escuelas al este de la Long Island Expressway —Greenport tiene poco más de 300 estudiantes de séptimo a duodécimo grado— suelen pasar desapercibidas para los reclutadores. La base es la única sénior en el equipo combinado de las dos escuelas y una de solo cuatro atletas de Southold con compromiso universitario.

“Se tarda aproximadamente una hora en llegar a cualquier instalación de entrenamiento de baloncesto”, explicó. “Es un gran compromiso… y mucha gente no puede conseguir el transporte que necesita o disponer del tiempo”. Sus padres, Kevin y Linda, hicieron todo lo posible para que fuera visible para las universidades. “Hicieron muchos sacrificios”, afirmó Francesca, detallando que la llevaban a sesiones de entrenamiento lejanas y a partidos de viaje, además de renunciar a vacaciones familiares invernales. “Pero cuando llegas a este momento, hace que todo valga la pena”.

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Gianna también enfrentó dificultades en su etapa de secundaria, pasando por varias escuelas competitivas antes de culminar su temporada sénior con los Porters. “La pusieron en una situación muy difícil… Fue duro para ella, pero aún así lo logró”, comentó Francesca, quien planea especializarse en negocios, al igual que Gianna se graduó en finanzas. “Siempre la admiré porque siempre tomaba lo que tenía y daba el máximo… Estoy muy orgullosa de ella y de lo lejos que ha llegado”.

Gianna transmitió su mentalidad a Francesca, quien tuvo la fortuna de ser titular en el equipo universitario durante sus cuatro años de secundaria. “Tenemos diferentes estilos de juego, pero ambas tenemos la misma determinación, competitividad y ganas de ganar”, señaló Francesca. “Ella estaba muy emocionada de que yo vaya a la misma universidad, y no puedo esperar por el futuro”, añadió la hermana menor, quien registró su primer partido de 30 puntos en la victoria inaugural de los Porters, 55-36, sobre Miller Place.

Aún queda un objetivo por cumplir antes de cambiar de uniforme en 2026, según Francesca, quien integró el equipo de los Porters que cayó 41-33 en las finales de Suffolk de 2023 ante Center Moriches. “Quiero ganar un campeonato”, declaró. “Quiero salir con broche de oro”.

**REDACCIÓN FV MEDIOS**