Los servicios de Inteligencia de Reino Unido han indicado este viernes que el misil balístico Oreshnik, lanzado la semana pasada por Rusia contra la ciudad ucraniana de Dnipró, supone “un mensaje estratégico” por parte de Moscú. Esta arma fue utilizada tras el empleo de Kiev de misiles de largo alcance entregados por sus aliados contra territorio ruso.
“El uso de este sistema experimental contra Ucrania fue pensado con casi total seguridad un mensaje estratégico tras el uso por parte de Ucrania de misiles occidentales contra Rusia”, han manifestado, según un comunicado publicado por el Ministerio de Defensa británico a través de su cuenta en la red social X.
Han subrayado que “es muy probable que Rusia solo tenga un puñado” de este tipo de misiles. Además, “aún no han entrado en una fase de producción en serie”, una puerta que abrió durante el jueves el presidente ruso, Vladimir Putin.
“Es muy probable que este misil sea mucho más caro que otros misiles que Rusia está usando contra Ucrania“, han explicado, antes de apuntar que tiene un rango máximo de entre 3.000 y 5.500 kilómetros y que sería “una variante” del misil balístico Rubezh RS-26. En este sentido, han afirmado que el Oreshnik habría sido desarrollado antes de que Rusia anunciara en 2019 su retirada del Tratado de Fuerzas Nuclear Intermedias, que prohíbe el desarrollo de misiles balísticos de rango intermedio.
Por último, han apuntado que el misil tendría “seis grupos de seis cabezas explosivas, con un total de 36 submuniciones” y han explicado que las mismas viajan a velocidades de cinco veces más que la velocidad del sonido antes del impacto”. “Todos los misiles de rango intermedio y misiles balísticos intercontinentales viajan a velocidades hipersónicas al volver a entrar en la atmósfera”, han zanjado.
Putin confirmó la semana pasada que las Fuerzas Armadas de Rusia habían culminado con éxito el lanzamiento de estos nuevos proyectiles contra territorio ucraniano y más tarde ordenó la producción en masa de un arma para la que, asegura, a día de hoy ni Ucrania ni las potencias occidentales tienen respuesta. Además, especuló con un posible ataque contra Kiev usando este armamento.
Rusia informó del uso de los nuevos proyectiles como respuesta al lanzamiento de misiles occidentales de largo alcance por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania, en concreto ATACMS estadounidenses y Storm Shadow de Reino Unido. A pesar de que Moscú lanzó el primer Oreshnik, Ucrania no ha cesado en sus ataques con armas occidentales, lo que ha llevado a Rusia a reiterar sus amenazas.