Hace unos meses, el país celebró la supuesta ‘madurez’ política cuando los expresidentes Danilo Medina y Leonel Fernández se reunieron con el presidente Luis Abinader para abordar el tema migratorio. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que aquel encuentro fue más que un gesto de cortesía. Algo más se estaba cocinando, algo que ameritaba la unificación de la clase política dominicana, situación que no ocurre por un simple trámite fronterizo.
Hoy se repite el patrón. Para autorizar a Estados Unidos el uso de infraestructura aérea dominicana con fines ‘logísticos’, el Gobierno informó previamente a los expresidentes. La pregunta surge inevitablemente: ¿fue solo por eso? ¿O es la parte visible de conversaciones más profundas? La realidad es contundente: existen temas tan sensibles que nunca se harán públicos, porque lo que está en juego trasciende al gobierno de turno.

Reforzamiento fronterizo, mensajes cuidadosamente medidos, acuerdos discretos, lenguaje diplomático que evita el pánico y, especialmente, una unidad política inusual. Cuando estos elementos convergen, envían una señal inequívoca: algo se está moviendo en el tablero regional, y República Dominicana no puede enfrentarlo de manera fragmentada.
Esperemos que todo se limite a prevención, planificación y previsión.
La nación lleva décadas disfrutando de una relativa paz, y resulta evidente que las nuevas generaciones no están preparadas para escenarios que se asemejen —ni remotamente— a los que vivieron generaciones anteriores.
Mientras tanto, solo nos queda aguardar, confiar en que nada alcance nuestras puertas y reconocer, una vez más, la madurez demostrada por la clase política en estos tiempos de incertidumbre.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


