Por ser ricas en fibra, proteínas, ácidos grasos omega-3, antioxidantes y varias vitaminas y minerales como calcio, magnesio y fósforo, las semillas de chía son beneficiosas para la salud.
Estas diminutas semillas están llenas de nutrientes y son muy fácil de incorporar en la dieta agregándolas a muchos alimentos, elevando el nivel nutricional de platos preparados, como aderezos para ensaladas, batidos, postres y cereales.
Originarias de América Central, las semillas de chía eran un alimento básico para los aztecas y los mayas, por lo que se estima que ha formado parte de la dieta desde hace 5.000 años. Proviene de la planta Salvia hispánica, son blancas o negras.
Beneficios de las semillas de chía
Una publicación de la Universidad de Harvard, atribuye al consumo de las semillas de chía beneficios para la salud entre ellos la reducción de la presión arterial, mejorar la salud digestiva, disminuir los niveles de colesterol, pérdida de peso, reducción de la inflamación, prevención de la diabetes y de enfermedades crónicas.
Control de peso: el consumo de semillas de chía se asocia a una mejor digestión, mayor sensación de saciedad y por consiguiente pérdida de peso. Esto se debe a que cuando se ingieren semillas de chía, forman una sustancia gelatinosa en el estómago que puede aumentar la sensación de saciedad y disminuir el apetito y la ingesta de calorías, señala Harvard.
Fuente de proteínas: por contener los nueve aminoácidos esenciales, se le considera una fuente segura de proteína que contribuye a mejorar los niveles de azúcar en sangre, además de proveer energía constante.
Rico en omega-3: uno de los principales beneficios nutricionales del consumo de las semillas de chía es que son una fuente incalculable de ácidos grasos omega-3, que se consigue con más frecuencia en pescados grasos, frutos secos y semillas.
Una de las razones por las cuales conviene el consumo de chía es porque son ricas en un tipo de ácido graso omega-3 conocido como ácido alfa-linolénico (ALA), que el cuerpo no puede producir por sí solo.
Los especialistas asocian el consumo del ácido alfa-linolénico con un menor riesgo de enfermedades cardíacas. Además, los ácidos grasos omega-3 son vitales para el funcionamiento del cerebro, la salud cardíaca y la reducción de la inflamación en el cuerpo.
Propiedades antioxidantes: las semillas de chía contienen antioxidantes como tocoferoles, fitoesteroles, carotenoides y compuestos polifenólicos, que ayudan la protección de las células contra el daño causado por los radicales libres. Este efecto protector del organismo influye en una disminución de la inflamación, diabetes, cáncer y cardiopatía.
Fuente de fibra dietética: las semillas de chía son una fuente segura de fibras dietéticas. Se recomienda incluirla en la dieta diaria, ya que tan solo una onza de semillas de chía, lo que equivale a dos o tres cucharadas, aporta aproximadamente 9,8 gramos de fibra dietética.
El consumo de fibra ayuda a prevenir enfermedades como diabetes, inflamación, trastornos digestivos, varios tipos de cáncer y enfermedades cardiacas.
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