Alex Albon vive en 2025 una de sus mejores temporadas en la Fórmula 1. Octavo del campeonato con 70 puntos, el piloto de Williams se ha erigido en el “mejor del resto”, a solo ocho puntos del Mercedes de Andrea Kimi Antonelli. Su compañero, Carlos Sainz, suma 31 y un podio, aunque con bastante más mala suerte a lo largo del curso. Y en el momento más dulce de la carrera del anglotailandés, James Vowles ha querido repasar cómo fue su tortuoso camino hasta aquí.
El jefe de equipo de Williams recordó en el Business of Sport Podcast cómo la etapa de Albon en Red Bull Racing marcó su confianza. El piloto pasó directamente de Toro Rosso al equipo oficial en 2019, pero en 2020 sufrió lo mismo que otros compañeros de Max Verstappen: un coche complicado de pilotar, moldeado a la medida del neerlandés, que acabó por devorarlo. Albon salió de la F1 tras aquel año y solo convenciendo a Williams pudo volver a la parrilla.
“Conozco a Alex desde 2016, cuando coincidimos en Mercedes. Después pasó a Red Bull, pero ya entonces era increíblemente rápido. Sin embargo, a veces le faltaba confianza en sí mismo, no entendía lo bueno que realmente era”, explicó Vowles.
Según el británico, cuando aterrizó en Grove en 2023, Albon aún arrastraba los fantasmas del pasado: “Cuando me reencontré con él, le faltaba creérselo. Creo que lo pasó realmente mal dentro del sistema Red Bull, y un año en Williams no había ayudado demasiado. Mi trabajo fue crear un escudo a su alrededor, hacerle ver que es jodidamente bueno, uno de los mejores pilotos de este deporte. Estaré a su lado y le daré un pedestal para que crezca”.
Ese trabajo ha dado frutos. Albon, sólido en clasificación y en carrera, ha encontrado la regularidad que le faltaba en Red Bull, sacando el máximo de un Williams que pelea por los puntos en cada cita.
“Él tiene el talento innato, pero lo importante es que ahora tiene la confianza para darlo todo cada fin de semana, y eso es lo que se está viendo este año. Mi papel es ser un ligero apoyo en los momentos bajos, para que no se hundan y podamos avanzar juntos”, añadió Vowles.
Sainz, exigente y autocrítico en su primer año
Foto de: Bryn Lennon / Formula 1 / Getty Images
El jefe de Williams también se detuvo en Carlos Sainz, que en su primer curso vestido de azul ya ha conseguido un podio inesperado en Azerbaiyán. Pese a estar por detrás de Albon en puntos, el madrileño ha demostrado competitividad y, según Vowles, un carácter muy definido.
“Con Carlos es lo mismo, salvo que él es muy bueno gestionando esas situaciones. El lunes está cabreado consigo mismo o con el equipo, y así debe ser. Pero el martes ya está llamando para ver cómo encontramos el rendimiento, qué hay que cambiar y qué va a hacer él para mejorar. Mi labor es ser su caja de resonancia y ejecutar lo que tenga sentido. Con estos dos, mi trabajo es sencillo”, concluyó.
Con Albon en plena madurez y Sainz adaptándose rápido a su nuevo entorno, Williams disfruta de una de sus alineaciones más sólidas en décadas. Y buena parte del mérito, según su jefe, está en haber rescatado la confianza de un piloto al que Red Bull dejó tocado.