Esta semana tuvimos la oportunidad de ver la nueva película de Transformers, y para nuestra suerte, era una versión animada. Lo digo así porque, de todas las entregas live-action de Transformers que hemos tenido hasta ahora, solo Transformers y Bumblebee se pueden considerar realmente buenas o, al menos, decentes. Esta nueva propuesta nos ofrece un enfoque fresco que revitaliza la franquicia.
La película narra el ascenso de Optimus Prime y su archienemigo Megatron, dos robots mineros que, en un principio, eran los mejores amigos. A medida que avanza la historia, su relación se transforma en una enemistad mortal, convirtiéndose en los líderes de todo Cybertron. Este desarrollo de personajes es uno de los aspectos más fascinantes de la cinta, ya que profundiza en las complejidades de su amistad y cómo las circunstancias los separan.
La trama se complica cuando los Quintessons, atacan a los Primes y logran hacer desaparecer la matriz del liderazgo. Con la matriz pérdida, Cybertron se enfrenta a una crisis: se queda sin Energon, el recurso vital para los Transformers. Los robots que nacen sin engranaje se ven obligados a descender a las minas para buscar y extraer este valioso material. Sin embargo, todo da un giro inesperado cuando Orion Pax y D-16 descubren la ubicación de la matriz del liderazgo. Este hallazgo no solo cambia sus vidas, sino que también podría alterar el destino de Cybertron.
La historia es cautivadora y presenta un enfoque diferente al habitual. En lugar de centrarse en el típico enfrentamiento entre Autobots y Decepticons, nos ofrece una rica narrativa que explora el origen de los Transformers y su funcionamiento. Vemos cómo sus relaciones y luchas internas impactan en sus destinos, lo que añade una capa de profundidad que suele faltar en otras entregas.
Para la nueva generación, a la que Hasbro está intentando captar, esta película es un excelente punto de entrada al universo de Transformers. Aquellos que quizás eran fanáticos, pero no conocían en profundidad la mitología, también se beneficiarán. La película les ayuda a expandir sus conocimientos, revelando personajes como los Quintessons, Primus, Megatronus Prime y Sentinel Prime. Estos personajes, que quizás no recibieron la debida atención en las películas de Michael Bay, cobran vida de una manera que les hace justicia.
En cuanto a la animación, es simplemente impresionante. Aunque el nuevo diseño es más infantil, los personajes se ven muy bien, y las expresiones y movimientos están muy bien logrados. Especialmente Optimus y Megatron, quienes a lo largo de la película cambian de aspecto en varias ocasiones, reflejando su evolución y desarrollo. Esta atención al detalle en el diseño visual hace que la experiencia sea aún más inmersiva.
La música es otro punto destacado. La banda sonora complementa perfectamente las escenas y ayuda a crear la atmósfera adecuada. Lamentablemente, nuestra experiencia con las voces fue en español, lo que nos impidió disfrutar de las interpretaciones originales de actores como Hemsworth, Henry y Johansson. En su lugar, escuchamos a un Megatron con un acento mexicano muy marcado, lo que, aunque interesante, no era lo que esperábamos.
En nuestra opinión, esta película podría ser la mejor entrega de Transformers desde Transformers: The Movie. Es una experiencia divertida para toda la familia, donde los pequeños pueden adentrarse en el mundo de estos fascinantes robots, mientras que los adultos también encontrarán elementos que les hagan disfrutar. La combinación de una historia rica, personajes bien desarrollados y una animación impresionante hace que esta película sea un éxito rotundo y una adición valiosa al legado de Transformers.
Sin duda, la nueva generación de fans y los veteranos de la franquicia tienen mucho que celebrar con este nuevo capítulo.