La grúa de mayor envergadura de la costa Este de Estados Unidos llegó a la ciudad de Baltimore para retirar los escombros del puente que se derrumbó el pasado martes por el choque de un buque, siniestro que dejó seis muertos y pérdidas multimillonarias.
La grúa, que puede levantar hasta 1,000 toneladas de peso, será una de las dos que estarán en las labores de limpieza del canal de los restos de metal y hormigón que quedaron del puente, señaló el gobernador de Maryland, Wes Moore, quien afirmó que se trabaja “a toda velocidad” para reabrir el canal y reiniciar el tránsito.
Hasta el momento, Moore no se ha animado a dar una cronología de cuándo podrá la ciudad, cuyo puerto sigue cerrado, volver a la normalidad tras el accidente: “Puedo decirles que no serán días, semanas o meses” sino que “esto va a tomar tiempo.”
Antes de la remoción, se está haciendo una evaluación de los escombros, lo que se considera “fundamental” antes de sacarlos del agua para determinar el tamaño en que deberán ser cortados los trozos de puente para que las grúas puedan levantarlos.
La parte del puente que está en la parte superior del barco pesa entre 3,000 y 4,000 toneladas, que es un peso más grande de lo que puede alzar la grúa actualmente.
“Cuando tienes la oportunidad de ver esos restos de cerca, comprendes plenamente la enormidad del desafío”, apuntó el gobernador.
Moore señaló además que como parte de los esfuerzos que se están realizando se han puesto más de 2,300 pies de barreras para contener cualquier posible fuga de contaminación del buque que impactó al puente o de su carga.
Según con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, 56 contenedores del buque cuentan con materiales peligrosos, en su mayoría corrosivos e inflamables, así como algunas baterías de iones, mientras que 14 contenedores tienen en su interior perfumes y jabones, entre otros.
Por su parte, Shannon Gilreath, contralmirante de la Guardia Costera, precisó el progreso logrado hasta ahora en la prioridad de las autoridades de reabrir el canal.
Hay tres fases en la tarea: primero, reabrir el canal de envío, que es en lo que se está trabajando, luego, retirar el carguero y, finalmente, retirar los escombros del puente del resto de la vía fluvial.
En lo que respecta a las personas que perdieron la vida, todos ellos empleados latinos de la construcción, se encontraron los cadáveres de dos de ellos. Por el momento las labores de recuperación de los cuerpos de los otros cuatro están paralizadas por el momento debido a la presencia de escombros, pero Moore aseveró que es una prioridad.
Asimismo, Brandon Scott, alcalde de la ciudad de Baltimore, expresó que mantiene la esperanza de hallar a los fallecidos que siguen bajo los escombros del puente.
El colapso del puente Francis Scott Key detuvo el paso de los barcos y causó el cierre del puerto, uno de los principales de Estados Unidos en el Atlántico. El valor de las mercancías que circulaban diariamente por las instalaciones portuarias es de entre $100 y $200 millones de dólares.
Otros puertos, entre ellos el de Nueva York-Nueva Jersey, han dado un paso al frente para evitar que se interrumpa la cadena del suministro de alimentos que dependían de esa infraestructura.
Igualmente, los altos dirigentes de la Casa Blanca, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y el Departamento de Transporte se reunieron con las partes interesadas de la industria agrícola y alimentaria a nivel federal y estatal para “discutir los impactos en los sectores agrícola y alimentario tras el colapso del puente”.
En un comunicado, la Casa Blanca no ofreció más detalles sobre el contenido de la reunión, que sigue al encuentro de ayer entre el Secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, con puertos, grupos laborales y socios de la industria para discutir cómo mitigar las interrupciones actuales y futuras de la cadena de suministro.
“Los participantes del sector alimentario y agrícola señalaron que están trabajando para recopilar más información de los productores sobre los impactos directos e indirectos que han visto por el cierre parcial del puerto, así como la necesidad de que el gobierno federal monitoree las operaciones en otros puertos de la costa este a los que se están desviando los envíos”, dice el texto.
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