Tras más de 48 horas de operativos ininterrumpidos, las autoridades confirmaron el hallazgo del cuerpo de Liam King, un niño de 7 años reportado como desaparecido en la localidad de Asheboro, condado de Randolph, Carolina del Norte, Estados Unidos.
El menor fue encontrado la mañana del martes en un estanque situado cerca del área donde se había reportado su desaparición.
El pasado domingo 7 de septiembre, la Oficina del Sheriff del Condado de Randolph recibió la denuncia sobre la desaparición de King, quien tenía discapacidad cognitiva y no era verbal.
Según la información inicial, el niño se alejó a pie de la zona de Forest Hills Drive y no regresó.
Ese mismo día, las autoridades emitieron una alerta pública describiendo su vestimenta: una sudadera Nike azul, negra y gris, una camiseta gris de la misma marca, pantalones deportivos negros, calcetines azules con estampado de Sonic y zapatillas color canela.
También informaron que King medía alrededor de 1,04 metros de altura, pesaba 25 kilos, tenía el cabello oscuro hasta los hombros y ojos marrones.
Desde el primer reporte, más de un centenar de socorristas, oficiales y voluntarios se desplegaron en la zona.
Equipos especializados en rastreo y búsqueda terrestre, canina y acuática participaron en el operativo. El sheriff informó que incluso se sumaron refuerzos de agencias estatales y organizaciones civiles para ampliar el radio de rastreo.
El martes 9 de septiembre, a las 8:15 de la mañana, la Oficina del Sheriff comunicó que los esfuerzos continuaban con todos los recursos disponibles y expresó su esperanza de localizar al menor con vida.
Sin embargo, dos horas más tarde, el cuerpo fue localizado en un estanque cercano a la comunidad de Forest Hills.
El sheriff Gregory Seabolt ofreció una conferencia de prensa en la que confirmó que King se encontraba bajo el cuidado del compañero sentimental de su madre cuando desapareció.
El funcionario señaló que la investigación sigue abierta y que aún es temprano para determinar si se presentarán cargos.
“Queríamos traerlo de regreso con vida y no lo logramos”, expresó Seabolt con visible pesar. También pidió a la comunidad mantener a la familia en sus pensamientos durante este difícil momento.
Por su parte, la Oficina del Sheriff del Condado de Randolph emitió un comunicado en redes sociales en el que calificó la pérdida como “desgarradora” y agradeció a los socorristas y ciudadanos que participaron en la búsqueda.
Expertos en salud pública han señalado que los menores con trastornos del desarrollo neurológico, como el autismo, enfrentan un riesgo más elevado de ahogamiento accidental.
Un estudio publicado en Injury Epidemiology destaca que la mortalidad por este tipo de incidentes es significativamente más alta en esta población.
En una entrevista previa con Central Florida Public Media, la especialista Katie Pabst Williams, directora de operaciones clínicas del Centro de Autismo de Florida, subrayó que la supervisión constante es crucial cuando un niño se encuentra cerca de cuerpos de agua, ya que un accidente puede ocurrir en cuestión de segundos.
El fallecimiento de Liam King ha generado consternación en Asheboro. Vecinos y autoridades coinciden en que se trata de una pérdida especialmente dolorosa por tratarse de un menor de edad.
“Cuando se trata de un niño, la sensibilidad es aún mayor. Todos pensamos en nuestros propios hijos y nietos”, señaló el sheriff Seabolt al reflexionar sobre el caso.
La investigación oficial continúa a cargo de la Oficina del Sheriff del Condado de Randolph en coordinación con el Médico Forense Jefe de Carolina del Norte, mientras la comunidad intenta asimilar la tragedia.








