No para el ritmo Bruselas frente a las grandes tecnológicas. Este jueves la Comisión Europea ha iniciado dos procedimientos de especificación para empujar a Apple a cumplir sus obligaciones de interoperabilidad en virtud de la Ley de Mercados Digitales (DMA). Esto es, la empresa tiene que abrir los sistemas operativos de iPhone y iPad a sus rivales. Se trata de dos procedimientos distintos, eso sí, tal como matiza el Ejecutivo comunitario.
Son parte del diálogo regulador de la Comisión con Apple sobre determinadas áreas específicas del cumplimiento por parte de la empresa del artículo 6, apartado 7, de la DMA. De conformidad con el artículo 8, apartado 2, de la DMA, la Comisión puede, por iniciativa propia, adoptar una decisión en la que se especifiquen las medidas que un gatekeeper tiene que aplicar para garantizar el cumplimiento efectivo de las obligaciones sustantivas de la normativa, como la obligación de interoperabilidad del artículo 6, apartado 7.
El primer procedimiento se centra en varias características y funcionalidades de conectividad de iOS, utilizadas predominantemente por y para dispositivos conectados. Los dispositivos conectados son un grupo de productos variado, amplio y comercialmente importante, que incluye smartwatches, auriculares y auriculares de realidad virtual. Las empresas que ofrecen estos productos dependen de una interoperabilidad eficaz con los teléfonos inteligentes y sus sistemas operativos, como iOS. La Comisión pretende especificar cómo proporcionará Apple una interoperabilidad efectiva con funcionalidades como las notificaciones, el emparejamiento de dispositivos y la conectividad.
El segundo procedimiento se centra en el proceso que Apple ha establecido para atender las solicitudes de interoperabilidad presentadas por desarrolladores y terceros para iOS e IPadOS. Es crucial que el proceso de solicitud sea transparente, oportuno y justo para que todos los desarrolladores tengan un camino eficaz y predecible hacia la interoperabilidad y puedan innovar.
La Comisión concluirá el procedimiento en un plazo de 6 meses a partir de su apertura. En el curso de este procedimiento, la Comisión comunicará sus conclusiones preliminares a Apple, en las que explicará las medidas que el gatekeeper debe adoptar para cumplir efectivamente la obligación de interoperabilidad de la DMA. Se publicará un resumen no confidencial de las conclusiones preliminares y las medidas previstas para que los terceros puedan presentar sus observaciones.
Estos procedimientos se entienden sin perjuicio de las competencias de Bruselas para adoptar una decisión que constate el incumplimiento de cualquiera de las obligaciones establecidas en la DMA por parte de un gatekeeper, incluida la posibilidad de imponer multas.
Nos centramos en garantizar unos mercados digitales justos y abiertos
“Es la primera vez que utilizamos procedimientos de especificación en el marco de la DMA para guiar a Apple hacia el cumplimiento efectivo de sus obligaciones de interoperabilidad a través de un diálogo constructivo”, ha explicado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager tras este paso. “Nos centramos en garantizar unos mercados digitales justos y abiertos. La interoperabilidad efectiva, por ejemplo con los teléfonos inteligentes y sus sistemas operativos, desempeña un papel importante en este sentido. Este proceso aportará claridad a los desarrolladores, a terceros y a Apple. Seguiremos dialogando con Apple y consultando a terceros para garantizar que las medidas propuestas funcionen en la práctica y respondan a las necesidades de las empresas”, concluyó.
Apple no tardó en reaccionar al paso dado por la Comisión Europea. “En Apple estamos orgullosos de haber creado más de 250.000 API que permiten a los desarrolladores crear apps que acceden a nuestro sistema operativo y funcionalidades de forma que se garantice la privacidad y seguridad de los usuarios”, explica la empresa. “Para cumplir con la DMA, también hemos creado formas para que las apps de la Unión Europea soliciten interoperabilidad adicional con iOS y iPadOS, protegiendo al mismo tiempo a nuestros usuarios. Socavar las protecciones que hemos construido a lo largo del tiempo pondría en riesgo a los consumidores europeos, dando a los malos actores más formas de acceder a sus dispositivos y datos”, avisan para terminar.