La enfermedad de Parkinson envía señales a nuestros cuerpos que no deben ser subestimadas: estos son los síntomas que deben mantenerse bajo control para la prevención de la enfermedad.
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, de evolución lenta pero progresiva, que implica, principalmente, algunas funciones como el control de los movimientos y el equilibrio. Las causas de la enfermedad aún no se conocen, pero habría algunos factores que causarían el descubrimiento de Parkison, que tiene síntomas que no deben ser subestimados.
No se deben subestimar los síntomas de la enfermedad de Parkinson
Hay algunas señales que lanza nuestro organismo que no deben ser subestimadas y que podrían ser sintomáticas del desarrollo de la enfermedad de Parkinson. Vamos a averiguar qué son:
Por lo general, los pacientes son incapaces de permanecer inmóviles incluso cuando están en reposo. Por lo general, el temblor se trata de una mano. El temblor puede ser un síntoma del desarrollo de la enfermedad.
Es un aumento involuntario del tono muscular, especialmente en los músculos de las extremidades, cuello y tronco.
Es una ralentización de los movimientos que dificulta la realización de gestos sencillos como lavarse, vestirse, caminar y girarse en la cama.
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Trastorno del equilibrio:
Es un síntoma que se desarrolla en una etapa tardía de la enfermedad y se nota cuando la persona camina o cambia de dirección.
El tono cambia y puede ser débil o presentar una reducción en el tono.
Usted puede experimentar problemas para empujar la comida desde la boca hasta el esófago con la sensación de que la comida se detiene en la garganta.
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Exceso de saliva en la boca:
Con problemas de deglución, la saliva puede llegar a ser común y abundante en la boca.
La función intestinal regular puede reducirse en todas las etapas de la enfermedad.
La vejiga no se vacía completamente, sintiendo continuamente la necesidad de orinar.
El deseo sexual puede ser reducido o incrementado.
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Alteraciones en la presión arterial:
Pueden ocurrir problemas que pueden aumentar o disminuir la presión arterial.
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Perturbaciones del sueño, del olor, del humor:
Dificultades para dormir, reconocer los olores y los cambios repentinos de humor son síntomas que deben observarse.