Max Verstappen domina en Bakú y las McLaren terminan un fin de semana para olvidar. Azerbaiyán debía entregar el título de Constructores al equipo de Woking y, sin embargo, el escenario de repente pareció cambiar. Consultamos a Riccardo Ceccarelli, coach mental y titular de Formula Medicine, sobre qué impacto podría tener esta carrera en las siete que aún quedan por disputarse.
“Creo que Bakú debe archivarse como una página aparte en este campeonato. Hemos visto errores de Oscar Piastri que minan esa fortaleza mental que siempre le hemos atribuido. Siempre hemos admirado al australiano por su capacidad de ser sólido mentalmente”.
“El desastre de Bakú llegó justamente en un momento en el que Oscar debería haber tenido menos presión, porque con la ventaja de puntos que tenía en el campeonato, solo podía gestionar. Debería haber estado inmune a la presión y, sin embargo, cometió tres errores clamorosos en dos vueltas. No son tres fallos diluidos durante el fin de semana, sino que al problema en clasificación añadió una salida anticipada embarazosa y luego se quedó atascado, siendo superado por muchos rivales, y de inmediato se estrelló al intentar un adelantamiento imposible”.
Foto de: Rudy Carezzevoli / Getty Images
Comportamientos no propios de Piastri, el glacial…
“Si me hubieran dicho que Oscar se había quedado en el hotel porque no se encontraba bien y estaba corriendo un doble, lo habría creído, pero la realidad es más difícil de explicar. El piloto perfecto, siempre lo he dicho, no existe: todos cometemos errores, pero fue extraño ver esta concentración de fallos graves en un momento en el que no debería tener presión. Un mal día, o en este caso dos, puede pasar incluso al más grande campeón. Estoy convencido de que se trata de un episodio que se cerrará inmediatamente”.
“Oscar retomará su camino hacia el mundial, también porque Norris no ha demostrado saber aprovechar la situación, y pareció anestesiado cuando debería haber sido un tiburón listo para atacar a la presa”.
Con las temperaturas más bajas de lo esperado, vimos a las McLaren perder su ventaja técnica…
“En Azerbaiyán vivimos clasificaciones difíciles, pero en condiciones críticas suelen emerger los mejores y, no por casualidad, vimos a Verstappen sobresalir. Max una vez más nos dio una confirmación: puede ser un piloto simpático, antipático, criticable o no en sus actitudes, pero es una certeza cuando las cosas se complican; él siempre está ahí y no falla”.
Todo cierto, pero se vio una Red Bull RB21 en claro crecimiento…
“Hay una extraña inversión en la tendencia de Red Bull: normalmente, antes de invertir una tendencia, pasa mucho tiempo, mientras que vimos un equipo que de repente recuperó todo su potencial en dos GP, cuando parecía un equipo ya encaminado hacia cierta mediocridad”.
Foto de: Kym Illman / Getty Images
¿Es un mérito de Laurent Mekies, aunque las modificaciones de la RB21 sean fruto de semanas de trabajo, de la reconstrucción de un clima positivo sin polémicas internas, donde quizás todos empujen en la misma dirección, o de haber encontrado una solución técnica en el fondo plano?
“Las novedades técnicas llegaron en Monza, pero fueron pensadas mucho antes, por lo que no es mérito de Mekies en esto. Pero las cinéticas a corto plazo, que son las del ambiente, la comunicación, mejorar las relaciones entre las personas, pueden ser fruto del trabajo de Laurent. El equipo de F1 es una pirámide de personas. Si en esa pirámide hay serenidad, se encuentran mecanismos de comunicación rápidos y se pueden lograr márgenes de mejora de un día para otro. He leído que Mekies ha dado más peso a la pista y un poco menos a los números de simulación, buscando trabajar más con las sensaciones de Max y, en general, con las personas, facilitando el trabajo de quien debe encontrar un setup para la RB21”.
¿Pero Oscar debe preocuparse por Max?
“Honestamente no lo creo, porque debería suceder que Red Bull se haya vuelto más fuerte que McLaren. El equipo de Milton Keynes parece haber recuperado esa supremacía que tenía hace dos años. Pero en Singapur no deberíamos ver a la McLaren de Bakú, porque entonces sí deberíamos plantearnos dudas. No creo que Piastri tenga que preocuparse”.
Foto de: Mark Sutton / Formula 1 via Getty Images
Profundizando en el análisis: en cualquier otro equipo de F1, Piastri habría estado seguro de ganar el mundial con la ventaja de puntos que había adquirido sobre su compañero de equipo. Las papaya rules, en cambio, mantienen la partida abierta con Norris: ¿puede ser esto un factor que genere presión sobre Oscar?
“Hace unos días habría dicho que no. Después de Bakú, me inclinaría a pensar que sí. El domingo sonó una alarma sobre el equilibrio entre los dos pilotos: no se encontraron en una zona de confort que consiga anestesiarlo todo. Antes había jerarquías claras entre Schumacher y Barrichello, y entre Senna y Berger”.
“Para Andrea Stella, persona muy correcta que conozco bien y gran profesional, el aspecto principal es el equipo. Ya el año pasado surgía que el objetivo era el mundial de Constructores. Están muy cerca de este título, por lo que el de pilotos se jugará con igualdad. Una elección que considero correcta, pero que genera mucha presión sobre los pilotos. Así están obligados a estar al filo de la navaja, y Bakú puede haber sido un ejemplo. Es difícil decir si es una elección correcta o discutible, pero me gusta esta forma de gestionar el equipo. Es un ejercicio difícil y arriesgado, en el sentido de que si se rompe la armonía, es posible que uno de los dos pilotos decida irse”.
¿Emergerá el piloto que sepa adaptarse mejor a situaciones anómalas?
“El perfil del piloto perfecto no existe, por lo que cuanto más uno se enfrenta a situaciones fuera de su zona de confort, más fácil es evaluarlo. Oscar y Lando son dos chicos inteligentes con amplios márgenes de mejora, pero solo cuando te pruebas fuera de la zona de confort entiendes cuáles son tus límites y dónde debes trabajar. Puede ser una forma de hacerlos aún más fuertes el próximo año…”.