Las 5 frases a evitar durante una comida navideña

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Las fiestas navideñas están a la vuelta de la
esquina y, en los próximos días, es probable que tu carga mental se
vuelva tan pesada como el saco de Santa Claus y que tu nivel de

estrés
aumente. ¿La razón? Las tradicionales comidas
familiares
del 24 y 25 de diciembre, que a veces se
convierten en un escenario de disputas apasionadas en algunos
clanes. Algunas frases, aunque se pronuncien inocentemente, pueden
actuar como detonantes y transformar el ambiente alegre alrededor
de la mesa en un campo minado de incomodidades o conflictos.

«Está bueno,
pero le falta…»

Cualquier comentario sobre la comida es
delicado, ya que puede ser percibido como una ofensa
directa
para la persona que pasó varias horas preparando
la comida. En este día especial, dejaremos nuestro papel de jurado
de Top Chef en el guardarropa y olvidaremos los
comentarios sobre cómo preferimos una cocción o un condimento
diferente, ya que se consideran una falta de educación durante una
cena.

A cambio, los comensales deben jugar el juego y hacer cumplidos,
especialmente sobre la comida, de manera aún más enfática de lo
habitual. En resumen, expresar nuestro aprecio por
el pavo y el esfuerzo dedicado a prepararlo crea un ambiente de
compartir y gratitud. Sin embargo, debemos tener cuidado de no ser
demasiado exagerados y no manifestar nuestro contentamiento de
manera grosera.

«¿No
has engordado un poco desde el año pasado?»

En nuestro mundo imperfecto, cada uno de nosotros tiene sus
propias debilidades y es completamente normal.
Según los individuos, esto puede estar relacionado con su
apariencia física, su vida amorosa, el desempeño académico de sus
hijos o una situación financiera complicada. Y quién mejor que
nuestro entorno más cercano, sobre todo los padres y los hermanos,
para saberlo, destaca la psicosocióloga.

En este sentido, los comentarios negativos o las preguntas
indiscretas sobre estos temas sensibles deben ser
estrictamente prohibidos, porque debe tenerse en
cuenta la susceptibilidad personal de cada uno y evitar ponerlo en
una situación incómoda, e incluso humillante.

«¿Has
visto las últimas noticias?»

Si bien las noticias de última hora se imponen en nuestras
conversaciones personales diarias, la cena de Navidad no es
el lugar
para enumerar todo lo que está mal en el mundo, a
menos que se trate de familias muy politizadas que
disfrutan debatiendo de manera no violenta, los temas polémicos
como la política, la religión, la salud o la educación de los
hijos.

Te podría interesar:

Obviamente, siempre hay alguien que rompe esta
regla
. Alguien que muestra su malestar, alguien que
siempre tiene una opinión sobre todo, que nunca está de acuerdo
contigo. ¿Cuál es la mejor manera de manejar la situación?
No entrar en su juego, dejar que hable a su gusto…
solo por un tiempo limitado y utilizar la ironía para concluir.

«Deberías
tomar ejemplo de tu hermano»

Aunque afirmen tratarlos a todos de la misma manera, los padres
a menudo no pueden evitar comparar a sus hijos
entre sí, proclamar su orgullo cuando uno tiene más éxito o, por el
contrario, su decepción ante un fracaso. Y esto continúa en la edad
adulta.

Sin embargo, estas comparaciones son tóxicas y
pueden crear rivalidades insanas que afectan la autoestima de la
persona que se encuentra en una posición incómoda. Aunque sea
difícil para muchos padres, es necesario no infantilizar a sus
hijos cuando son adultos y, sobre todo, no reavivar situaciones o
etiquetas del pasado que no han sido superadas.

¿Te importa si veo
la televisión?

E existe una regla importante en Navidad: la de jugar a ser una
«buena familia». Esto excluye de antemano
cualquier frase o comportamiento que indique aburrimiento al resto
de los comensales, como no participar en la conversación,
levantarse de la mesa para hacer otra cosa o consultar el teléfono
móvil. No importa cómo haya sido el día, en el momento en que nos
sentamos a la mesa, dejamos de lado el cansancio, los problemas
laborales, las discusiones y los atascos de tráfico.
Navidad es una fiesta que permite a cada miembro
de la familia, a través de su presencia y su alegría manifiesta,
mostrar a los demás que está feliz de formar parte de ella y que el
vínculo entre los miembros sigue existiendo a pesar de la
distancia.

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