Dos policías de Syracuse y un ladrón murieron en un intercambio de disparos durante la investigación de un auto robado en Salina, Nueva York la noche del domingo.
Los agentes caídos -identificados como el oficial del Departamento de Policía de Syracuse Michael E. Jensen (29) y el teniente Michael Hoosock (37), de la Oficina del Alguacil del condado Onondaga- estaban entre un grupo que investigaban un vehículo robado que supuestamente huyó de los oficiales en una parada de tráfico horas antes, reportó ABC News.
Los investigadores rastrearon el auto hasta una residencia en Darien Drive. Cuando entraron a la dirección el sospechoso Christopher R. Murphy (33) abrió fuego, lo que provocó un intercambio de disparos con los agentes, según la policía de Syracuse.
Murphy falleció en la escena. Jensen y Hoosock fueron transportados al hospital, donde los declararon muertos. “Perdimos a dos héroes esta noche”, dijo el jefe de policía de Syracuse, Joe Cecile, en una sesión informativa a primera hora de la mañana del lunes.
“Éste es un día oscuro para Syracuse. Ésta es nuestra peor pesadilla hecha realidad”, dijo el alcalde Ben Walsh en una conferencia de prensa ayer. “Nuestros pensamientos en este momento están con las familias de esos dos oficiales, dos héroes, y si alguien conoce a un familiar de un oficial de policía, denle un abrazo. Ésta es su peor pesadilla y sólo necesitamos estar ahí para todos en el comunidad policial hoy en día.”
La investigación está en curso y la policía aún está revisando las cámaras corporales, la balística y otras pruebas, dijeron funcionarios en una conferencia de prensa la tarde de ayer. La Fiscalía General del estado Nueva York también ayudará en la investigación, como sucede cuando alguien muere durante un operativo o bajo custodia policial.
Jensen, a quien le sobreviven sus padres y hermana, había estado en el departamento de policía durante más de dos años. Hoosock, casado y padre de tres hijos, se unió a la Oficina del Alguacil del condado Onondaga en 2007 y recibió múltiples elogios y medallas por su servicio, y también se desempeñó como bombero voluntario.
“Era simplemente un ser humano increíble”, dijo Ryan McMahon, ejecutivo del condado Onondaga. “Y como han aludido el alcalde, el alguacil y el jefe Cecil, en este momento nuestra comunidad está en shock y estamos sufriendo”.
