A lo largo de los años la familia real británica ha lucido muchos bolsos icónicos, y la reina Camilla no es una excepción. Varias veces, de hecho, se ha presentado con auténticos modelazos, y esta vez ha decidido lucir uno muy especial y querido por la princesa Diana: el Lady Dior.
Lo ha hecho por partida doble, primero en el All England Club para presenciar un partido de tenis en Wimbledon (donde lució un vestido de Anna Valentine con dibujos de jirafas en la falda) y después en Cardiff durante una visita al Parlamento de Gales (Senedd) para celebrar el 25º aniversario de la inauguración del edificio gubernamental.
En este último lugar la reina Camilla combinó un abrigo-vestido rosa de Anna Valentine con un par de zapatos de tacón Eliot Zed y un sombrero de paja de gran tamaño. Sin embargo, como ya se ha mencionado, el centro de atención es el Lady Dior beige que lleva en la mano izquierda.
Un bolso con encanto atemporal, realizado en piel de cordero, de pequeño tamaño, con asas de lazo y un colgante de letras con el logo de la marca. Inicialmente, cuando se creó, la maison lo llamó Chouchou. En 1995 la entonces primera dama de de Francia, Bernadette Chirac, se lo regaló a la princesa Diana con motivo de la inauguración de su visita a Francia para la inauguración de una exposición dedicada a Cézanne en el Grand Palais de París.
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A partir de ese momento, el bolso se convirtió en uno de los accesorios más utilizados por la princesa Diana. Tantas fueron las ocasiones en las que que se le vio con este modelo de bolso que el accesorio no sólo quedó indisolublemente ligado a su figura, sino que también llevó a la casa de moda a la decisión de rebautizarlo con el nombre de Lady Dior en su honor.
Volviendo a Camilla, seguramente su elección no fue fácil, ya que tuvo que asumir el hecho de que un objeto de tanta belleza llevara el nombre de la que fue la primera esposa del rey Carlos III. La reina había resistido hasta ahora a la tentación de llevarlo, pero está claro que, a pesar del nombre, ella también se ha rendido a un bolso ante el que difícil permanecer impasible.
Artículo publicado por Vanity Fair en español
