Alrededor de 3.600 soldados de 28 países de la OTAN participan esta semana en la Laponia finlandesa, a escasos 200 kilómetros de la frontera con Rusia, en las maniobras Dynamic Front 25. Se trata del mayor ejercicio de artillería realizado en Europa en la historia de la Alianza.
Las maniobras, que se alargarán hasta finales de noviembre, tienen su epicentro junto al lago Rovajärvi, al norte de Rovaniemi, cerca del Círculo Polar Ártico. También son los primeros ejercicios militares a gran escala que tienen lugar en el país nórdico desde su ingreso en la OTAN, en abril del año pasado.
Además de soldados de Estados Unidos, Reino Unido, Finlandia, Francia, Suecia y otros países, en las maniobras participan un millar de vehículos y numerosas piezas de artillería, con las que las fuerzas aliadas pueden practicar en un campo de tiro improvisado de mil kilómetros cuadrados en pleno Círculo Polar Ártico. El ejercicio, que incluirá un simulacro en el que Finlandia ostentará por primera vez el mando de las fuerzas terrestres, cuenta también con carros de combate y sistemas de artillería con los que los soldados aliados podrían alcanzar territorio ruso.
Según el coronel Janne Mäkitalo, comandante de las fuerzas finlandesas, uno de los objetivos de estas maniobras es demostrar que tanto Finlandia como la OTAN disponen de unas capacidades de defensa creíbles, aunque no están dirigidas contra ningún país concreto. “Este ejercicio envía el mensaje de que podemos entrenarnos juntos, que estamos desarrollando nuestras capacidades, pero no debe interpretarse como una demostración de fuerza”, afirmó Mäkitalo a la televisión YLE.
Las maniobras Dynamic Front 25 incluyen además ejercicios en Estonia, Alemania, Rumanía y Polonia, en los que participan en total unos 5.000 soldados aliados. La adhesión de Finlandia, desencadenada por la invasión rusa de Ucrania un año antes, hizo que la OTAN duplicara sus fronteras con Rusia y aportó a la Alianza 280.000 nuevos efectivos y un alto conocimiento militar en las duras condiciones árticas.
Sin embargo, también tensó las relaciones con la vecina Rusia, país con el que comparte 1.340 kilómetros de frontera y que se opone a la ampliación de la OTAN hacia su territorio. Por ello hay quien sostiene que no es una casualidad que el mismo día que empezaron las maniobras aliadas en Laponia se detectaran graves averías en sendos cables submarinos de telecomunicaciones que conectan Finlandia con Alemania y Suecia con Lituania.