El senador demócrata Bob Menéndez fue declarado culpable de los 16 delitos que pesaban en su contra, incluidos soborno, extorsión, fraude electrónico, obstrucción de la justicia y actuar como un agente extranjero en un plan en el que se benefició de su posición política durante años.
Los fiscales dijeron que el político, de raíces cubanas, abusó del poder a su cargo para proteger aliados de investigaciones criminales y enriquecer asociados, incluida su esposa, como parte de la investigación en su contra se mencionó que sostuvo reuniones con funcionarios de inteligencia egipcios y apoyó a esa nación acceder a millones de dólares en la ayuda militar estadounidense.
Por ello, un jurado lo declaró culpable de todos los cargos y al escuchar el veredicto Menéndez simplemente movió la cabeza desaprobando la decisión, aunque la esposa del senador, Nadine Menéndez, también fue acusada en el caso su juicio se llevará a cabo una vez que se haya restablecido de su diagnóstico de cáncer de mama.
Lo destacado es que aunque la defensa de su marido intentó responsabilizarla de todos los delitos señalados ella también se declaró no culpable.
La pena que conllevan los cargos de extorsión y fraude electrónico implican una condena máxima de 20 años de prisión por cada cargo, en este sentido el senador enfrentaría un máximo de 222 años por la acumulación de los 16 cargos.
Los problemas del senador por Nueva Jersey iniciaron en 2022 cuando durante un allanamiento realizado por la policía en su domicilio fueron descubiertos $480,000 dólares escondidos entre ropa y zapatos, así como en una caja fuerte, a dicha suma también se le agregaron los hallazgos de 13 lingotes de oro valorados en $150,000 dólares, y un lujoso automóvil Mercedes Benz.
En ese momento, Menéndez trató por todos los medios de aparentar que su ostentosidad era producto de su trabajo, pero conforme las autoridades fueron atando cabos se descubrió la manera ilícita en cómo el político venía operando desde mucho tiempo atrás.
A lo largo del proceso, el testimonio de José Uribe, empresario de New Jersey, resultó clave para condenar a Bob Menéndez, pues en sus declaraciones lo señaló por haberle entregado sobornos a cambio de favores legales.
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