Un polluelo de pingüino que no podía caminar ni alimentarse por sí mismo ha superado sus problemas de salud gracias a los cuidados que ha recibido en un zoológico en Reino Unido.
Tal y como recoge el Daily Mail, Flop, un pingüino de Humboldt, hembra, nació en el zoológico de Dudley (centro de Inglaterra) en abril, pero su madre murió poco después y su padre comenzó a abandonar el nido por largos períodos.
Como resultado, los cuidadores del zoológico se vieron obligados a intervenir para criar manualmente a la polluela y trasladarla a un área de aislamiento para polluelos. Fue entonces cuando notaron que Flop cojeaba.
Los veterinarios le dieron antiinflamatorios y analgésicos, pero menos de 24 horas después, la polluela huérfana ya no podía soportar su propio peso y “no podía moverse en absoluto”.
La jefa de aves del zoológico de Dudley, Nicola Wright, dijo: “La llevamos al veterinario y le hicimos radiografías y análisis de sangre, y lo que se identificó fue que estaba luchando contra una infección”.
Después de comenzar un tratamiento con antibióticos, Flop comenzó a perder el apetito y se volvió retraída, lo que generó preocupación entre el personal de que pudiera no sobrevivir.
Para garantizar que la polluela de pingüino comiera lo suficiente mientras completaba el tratamiento con antibióticos, a los cuidadores del zoológico se les ocurrió la ingeniosa idea de utilizar una hamaca para bebés. Con Flop en la hamaca, los cuidadores pudieron darle cantidades más pequeñas de comida.
La esperanza era que al mantener a Flop en posición vertical, se aliviaría la presión sobre sus órganos internos, lo que a su vez ayudaría a su digestión, y comenzaría a activar sus pies y caderas nuevamente.
Wright dijo: “Debido a que era un ave tan joven, todavía estaba creciendo en el momento en que esto sucedió, por lo que la primera parte de la batalla fue en realidad conseguir que comiera suficiente para que pudiera tomar su medicación y no se atrofiara demasiado en su crecimiento”.
“‘Después de eso, una vez que se curó la infección, se trató de lograr que recuperara el uso de sus piernas“, prosiguió Wright.
Todas las mañanas, los cuidadores colocaban a Flop en la hamaca para alimentarla, permitiendo que sus pies apenas tocaran el suelo. Luego la dejaban rebotar y practicar su andar mientras alimentaban a los otros polluelos criados a mano en la unidad de aislamiento.
Los cuidadores también construyeron una cinta de correr y adaptaron un andador para ella. Aunque estos dispositivos le permitían mantenerse erguida, Flop ni siquiera intentaba caminar con ellos puestos, “ni siquiera por el atractivo de un sabroso pez”.
Con la ayuda de la hamaca para bebés, Flop comenzó a usar sus pies para intentar levantarse. Pero cuando salió del dispositivo, todavía no podía levantar la cabeza, y en lugar de eso usaba sus caderas para deslizarse boca abajo por el suelo.
Después de consultar con el Zoológico de Toronto, en Canadá, que había tratado a un pingüino con un problema similar, los cuidadores pudieron brindarle mejores cuidados a Flop.
Comenzó a ganar peso y fue reintroducida al área de aislamiento en Penguin Bay para nadar brevemente y bajo supervisión. El equipo incluso trajo a un fisioterapeuta animal que les dio una serie de ejercicios que podían hacer con Flop para desarrollar gradualmente su fuerza.
En pocos días, comenzó a levantar la cabeza y a mantenerse erguida sin ayuda adicional. Wright dijo: “Flop nunca se dio por vencida en ningún momento. En general, ha sido su esfuerzo el que la ha llevado hasta aquí y si se hubiera rendido en algún momento, no estaríamos en esta etapa ahora”.
Poco más de un mes después, Flop pasó su primer día entero sola en el área de aislamiento con los otros jóvenes. Aquí es donde permanece actualmente antes de que todos los polluelos criados a mano regresen gradualmente a la colonia principal.
Aunque Flop seguirá siendo más pequeña que el resto de pingüinos y con una ligera joroba en la espalda, los cuidadores esperan que vuelva a ser “plenamente productiva en la sociedad de pingüinos”.
Wright añadió: “Es una noticia fantástica para nosotros, ya que pasó de algo que comenzó muy sombrío a un final feliz fantástico para todos nosotros”.