Cuando se remenea la mata caen los frutos maduros, que ya no están tan firmes en las ramas; otros se quedan, y el proceso da lugar a flores nuevas que prometen nuevas mieses, es decir, comienza otro ciclo.
Cuando la mata que se remenea es la del Estado aparecen los que tienen las maletas preparadas para partir, los que creen que “obligao” deben quedarse porque hicieron un buen trabajo y los que se consideran con derecho a un cargo porque se fajaron suficientemente durante la campaña. Descontadas las alegrías de los favorecidos, es común que haya resignación en algunos casos y airadas reacciones ante decisiones adversas en otros, pero los estados de ánimo que predominan son tres que enumera el bolero Toda una vida, de Antonio Farrés: “…ansiedad, angustia, desesperación”…