El 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, es una oportunidad para reflexionar sobre los derechos de las mujeres, su resiliencia frente a la discriminación y la desigualdad, y las acciones necesarias para erradicar la violencia de género. Mientras que este día se celebra en todo el mundo para honrar la resistencia de las mujeres, para las mujeres afganas tiene un significado profundamente diferente: simboliza dolor, lucha y un grito por la libertad frente a la opresión sistemática.
La Coalición Nacional de Mujeres Afganas expresa con profunda preocupación que las mujeres de este país están siendo sometidas a las formas más severas y sistemáticas de violencia. Desde el regreso del régimen talibán al poder, las mujeres afganas han sido despojadas de todos sus derechos.
El régimen talibán, mediante la implementación de políticas de apartheid de género, ha violado sistemáticamente los derechos humanos, sociales y culturales de las mujeres. La prohibición de la educación, el trabajo, la participación social e incluso los viajes sin un acompañante masculino ha condenado a las mujeres, en la práctica, a un encarcelamiento en sus propios hogares. Esta situación no solo pisotea la dignidad humana de las mujeres, sino que también las ha relegado al margen de la sociedad.
El Movimiento Farol de la Libertad de las Mujeres, un grupo de mujeres manifestantes en Kabul, subraya en un comunicado que el régimen talibán debe rendir cuentas ante un tribunal internacional por todos sus crímenes, incluidos asesinatos, torturas, violaciones y graves violaciones de los derechos humanos. Exigen que el gobierno Talibán sea juzgado en la Corte Penal Internacional de La Haya, destacando que estas acciones no solo representan una violación flagrante de los derechos de las mujeres, sino que también constituyen una grave amenaza para los valores fundamentales de los derechos humanos en el mundo.
Tanto la Coalición Nacional de Mujeres Afganas como el Movimiento Farol de la Libertad de las Mujeres han criticado enérgicamente el silencio de la comunidad internacional ante estos crímenes. Consideran que este silencio equivale a una forma de complicidad con la opresión y advierten que la historia juzgará esta indiferencia. Estos grupos hacen un llamamiento urgente a las Naciones Unidas y a los países defensores de los derechos humanos para que actúen de inmediato y detengan las políticas represivas del régimen talibán.
Las activistas por los derechos de las mujeres afganas han expresado en sus declaraciones las siguientes cuatro demandas concretas: primero, procesar al régimen talibán en la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad, especialmente por violaciones de los derechos de las mujeres.
En segundo lugar, brindar apoyo tangible a las luchas de las mujeres afganas, que enfrentan con valentía y en soledad la violencia y opresión. Tercero, ejercer presión diplomática sobre el régimen talibán para que restituyan los derechos fundamentales de las mujeres, incluyendo el acceso a la educación, el trabajo y las libertades sociales.
Por último, establecer mecanismos de apoyo para las mujeres refugiadas afganas que enfrentan múltiples desafíos en los países vecinos.
La Coalición Nacional de Mujeres Afganas agradece a países como Alemania, Canadá, Países Bajos y Australia por haber solicitado previamente el enjuiciamiento de los crímenes del régimen talibán en tribunales internacionales. Asimismo, piden a otros países que se unan a este movimiento global. Subrayan que la solidaridad internacional y las acciones legales firmes son las únicas vías para lograr justicia para las mujeres afganas.
Estas activistas creen que el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres debe convertirse en un punto de reflexión y una acción seria contra las violencias sistemáticas que sufren las mujeres afganas. Han solicitado a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que, en su reunión de marzo de 2025, examine las leyes represivas del régimen talibán, incluyendo la ley de “Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio”, y que proponga soluciones prácticas y urgentes para detener estas políticas inhumanas.
El mensaje de las activistas afganas a las mujeres del mundo es claro: la violencia contra las mujeres no conoce fronteras. Insisten en que, para crear un mundo más justo, debemos unirnos y alzar una sola voz contra las injusticias.
Estas activistas advierten a la comunidad internacional que el silencio ante la opresión equivale a complicidad con ella. Enfatizan que las mujeres afganas no están solas, y que su voz llegará a oídos de todo el mundo.
Estos son algunos de los lemas clave del movimiento Farol de la Libertad de las Mujeres: “¡El Talibán debe ser juzgado!”; “¡Las mujeres afganas no están solas!”; “¡La violencia contra las mujeres es un crimen contra la humanidad!” y “¡La educación es nuestro derecho, no un privilegio!”. En español los hashtags son #Mujeres_No_Estan_Solas, #Justicia_para_las_mujeres_afganas y #Basta_de_Violencia.
Estas activistas subrayan que la lucha por los derechos de las mujeres en Afganistán requiere apoyo y solidaridad global. Exigen un Afganistán donde ninguna mujer sea oprimida, privada de sus derechos ni víctima de violencia por su género.
El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres debe ser una oportunidad para poner fin a estas violencias y lograr justicia para las mujeres afganas.