Toto Wolff ha revelado cómo una conversación con la leyenda de la Fórmula 1 Alain Prost inspiró la manera en la que el jefe de Mercedes ha tratado a sus pilotos a lo largo de los años.
El cuatro veces campeón del mundo mantuvo una rivalidad icónica con Ayrton Senna, con quien luchó por el título de F1 en 1988 y 1989, cuando ambos eran compañeros en el dominante equipo McLaren.
Cada uno ganó un campeonato en ese periodo, pero protagonizaron varios choques sonados —como el de Suzuka 1989—, lo que acabó llevando a Prost a fichar por Ferrari debido a lo tóxica que se había vuelto la relación.
Wolff también tuvo que gestionar una rivalidad similar, cuando los amigos de la infancia Lewis Hamilton y Nico Rosberg se enfrentaron con dureza por el campeonato entre 2014 y 2016, en medio de una racha sin precedentes de ocho títulos consecutivos de constructores para Mercedes.
Hamilton y Rosberg también tuvieron muchos encontronazos, como en Barcelona 2016, y una conversación previa a una carrera influyó en cómo Wolff decidió gestionar batallas así entre compañeros.
“Lo que intento transmitir en el equipo es transparencia”, dijo Wolff, que se convirtió en jefe de Mercedes F1 en 2013. “Cuando empecé en Mercedes me encontré con Alain Prost, al que no conocía en aquel momento”.
Foto de: Mark Sutton / Motorsport Images
“Fue una conversación de cinco minutos en la parrilla y le pregunté: ‘¿qué salió mal entre Senna y tú?'”.
“Él respondió: ‘no salió nada mal entre nosotros dos. Lo que salió mal fue que la dirección del equipo nos enfrentó —nunca sabíamos dónde estábamos. Un fin de semana eras el favorito, al mes siguiente no sabías si seguirías teniendo asiento y nunca recibíamos la información”.
“Eso fue creciendo, te vuelves más paranoico, te cierras. Al final eso lleva a una implosión de la relación entre los pilotos y con el equipo. Y por lo que yo he visto, nunca quise caer en el mismo error”.
Wolff también se inspiró en el fallecido Niki Lauda, ya que el que fuera presidente no ejecutivo de Mercedes le dijo en una ocasión: “no vamos con tonterías, somos directos: las cosas son como son”.
Así ha sido con todos los pilotos de Mercedes, ya sea Hamilton, Rosberg, Valtteri Bottas (2017-21) o el actual George Russell, incluso después de las especulaciones recientes sobre que las Flechas de Plata intentaban fichar a Max Verstappen para 2026.
“Con George y antes con Lewis, y con Valtteri, siempre he sido transparente”, afirmó Wolff.
Foto de: Daimler AG
“Podría parecer ingenuidad, porque alguien a quien valoro como a un miembro de la familia, un miembro del equipo, un aliado, parte de la tribu, siempre le diré la verdad de manera brutal”.
“No todo el mundo lo soporta. George puede. Lewis también podía. Pero por eso nuestras conversaciones han sido muy abiertas”.
“George fue el primero al que llamé y le dije: ‘escucha, necesito abrir esta conversación. Es mi deber como jefe de equipo, solo para que no te pille por sorpresa’. Y creo que eso es importante”.
Wolff recordó también las consecuencias de la repentina retirada de Rosberg apenas cinco días después de ganar el título en 2016, cuando él y Hamilton mantuvieron una conversación brutalmente honesta tras un año conflictivo.
Pocas semanas antes, Hamilton había desobedecido las órdenes del equipo en la final de Abu Dhabi, cuando, siendo líder de la carrera, redujo el ritmo para ralentizar a Rosberg y que los coches de detrás pudieran adelantarle.
Finalmente no lo lograron y la relación de Hamilton con Mercedes quedó dañada, pero la charla de la pretemporada lo arregló, lo que le permitió conquistar su cuarto de siete títulos en 2017.
Foto de: Zak Mauger / Motorsport Images
“Fue un momento duro con Lewis”, confesó Wolff. “Tuvimos un tiempo realmente difícil en la gala de premios de la FIA, cuando Nico lo anunció, y también en las semanas posteriores”.
“Entonces le dije: ‘mira, tenemos que sentarnos, porque si no hablamos, ¿a dónde vamos a ir?'”.
“Y quiero que estés en el equipo mucho tiempo. Eres el mejor piloto. Si piensas que somos el mejor equipo, entonces tenemos que sentarnos y estar de acuerdo en discrepar o poner todos los puntos sobre la mesa”.
“Lo que realmente aprendimos, los dos juntos, es que necesitas comunicarte, porque en muchas cosas compartimos objetivos y habrá situaciones en las que no, pero al menos lo sabemos”.
“Esa fue una muy buena charla, y cerrarse no es el camino correcto. Tienes que tener la conversación, incluso si es difícil, y desde entonces siempre lo he hecho”.
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